Los organismos constitucionales autónomos son producto de una exigencia ciudadana de rendición de cuentas, afirmó Blanca Lilia Ibarra Cadena, presidenta del INAI.
El papel de los organismos autónomos es actuar en beneficio del ejercicio de los derechos fundamentales, así como del equilibrio y control que deben existir en una democracia constitucional moderna y no buscan enfrentarse a ningún poder, señaló Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
Durante su participación en la Sesión Extraordinaria del Comité Editorial del Colegio de Profesores-Investigadores con Actividades Académicas Formales en Universidades Extranjeras (COPUEX), Córdova Vianello afirmó que estos organismos no son una invención mexicana, sino que son producto de una evolución de 200 años que busca fortalecer la división de poderes a través de los controles y contrapesos.
Recordó que los organismos autónomos han existido a lo largo de diversos gobiernos y han emanado de distintas fuerzas políticas, por lo que se convierten en organismos aún más incómodos en un contexto de pluralismo intenso.
“Desde una óptica estructural es comprensible que los órganos constitucionales autónomos sean incómodos para cualquier gobierno. Por su propia naturaleza han sido incómodos, porque son incómodos en su diseño, porque buscan ser incómodos porque buscan, precisamente, los equilibrios constitucionales”, indicó.
En su calidad de vicepresidente del COPUEX, Córdova Vianello agregó que el ejercicio de sus funciones de control y contrapesos está estrechamente vinculado con una división de poderes fuerte, típica de un Estado constitucional democrático.
“Me atrevo a decir que la fortaleza del Estado mexicano, de la historia de la transición democrática en buena medida se refleja en la coexistencia de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial con los órganos autónomos para recrear los equilibrios y contrapesos necesarios en una democracia”.
Por su parte, Blanca Lilia Ibarra Cadena, presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), enfatizó que los organismos constitucionales autónomos son producto de una exigencia ciudadana de rendición de cuentas.
Agregó que la historia política de la humanidad se caracteriza por la opacidad, ya que el poder tiende a quedarse fuera del conocimiento de la sociedad, por lo que resulta fundamental crear estrategias jurídicas e institucionales para contrarrestar esta tendencia.
Finalmente, Fernando Flores Trejo, coordinador del Programa de Posgrado en Derecho de la UNAM, afirmó que la función principal de los organismos constitucionales autónomos es constituir un contrapeso para balancear el funcionamiento de la estructura del Estado mexicano.
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