La misión llegará al país de manera escalonada a partir de la última semana de mayo y buscará entrevistas de manera virtual con distintos actores del proceso electoral.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) aceptó la invitación del Instituto Nacional Electoral (INE) para realizar actividades de observación electoral, como visitantes extranjeros acreditados, para los comicios del próximo 6 de junio.
No es la primera vez que el organismo internacional supervisará un proceso electoral en el país, pues antes lo hizo en 2009, 2012, 2015 y 2018.
Dicha misión está encabezada por el abogado Santiago Cantón, jefe de misión; Brenda Santamaría, jefa de la sección de Observación Electoral del DECO/OEA; Yerutí Méndez, subjefa de la misión, y Juan Pablo Pozo, asesor de la misión, quienes presentarán informes con hallazgos y recomendaciones con el objetivo de contribuir al fortalecimiento del sistema electoral mexicano.
Cantón informó que la misión llegará al país de manera escalonada a partir de la última semana de mayo y buscará entrevistas de manera virtual con distintos actores del proceso: representantes de los partidos políticos, medios de comunicación, líderes de opinión, académicos, autoridades electorales locales, así como técnicos y funcionarios del INE.
Los observadores internacionales son coordinados por instituciones internacionales promotoras de la democracia. La autoridad electoral que organiza los comicios, como el INE, invitan a representantes internacionales. Su objetivo es asegurar la integridad de la elección de países en transición democrática.
En la elección de 2018, se contó con 711 observadores extranjeros provenientes de 55 país. El cual es un mecanismo auxiliar que se ha consolidado para garantizar la legitimación y democratización de los procesos electorales a nivel internacional.
Estas “misiones” son integradas por los representantes de organismos electorales de otros países; además son coordinadas por instituciones internacionales que promueven la democracia.
La observación electoral se incorporó a nuestra legislación en 1993 para estar presente en las elecciones federales del siguiente año. Su inclusión en los comicios respondió a la desconfianza y exigencia por parte de la sociedad civil, así como de los partidos políticos de oposición.
En 1994, también se incorporó, por primera vez en una elección federal, la figura de visitantes extranjeros ante la creciente presión internacional para la apertura y transparencia de las elecciones en México.
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