La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció porque en las deliberaciones del llamado “plan B”, las decisiones legislativas y judiciales que se acuerden respeten los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad que rigen el sistema electoral del país.
En voz del secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro, los obispos del país expresaron su preocupación por los diversos señalamientos que se han hecho sobre irregularidades en el proceso legislativo y sobre el contenido de modificación a diversas leyes electorales, las cuales actualmente se discuten en el Senado y en próximos días deberán definir los legisladores, ante lo que los prelados les pidieron tomar las determinaciones que mejor convengan al país.
Cabe destacar que las propuestas de reforma contenidas en el llamado “plan B” fueron impulsadas por el Ejecutivo federal con la intención de debilitar principalmente al INE quitándole presupuesto y funciones que serían manejadas por el gobierno en funciones a fin de tener elecciones a modo. Según lo han expresado los consejeros electorales, así como otros actores políticos, estos cambios ponen en riesgo los procesos electorales en el país sobre todo ante los comicios de 2024 cuando se elegirá al próximo presidente de la República y se renovará el Congreso de la Unión.
En su mensaje, el también obispo de Cuernavaca enfatizó el papel trascendente que tiene el Instituto Nacional Electoral (INE) para la vida democrática del país.
“Por la importancia que tienen las instituciones responsables de los procesos electorales como el INE y por el derecho que asiste a los ciudadanos de garantizar la realización de elecciones libres y justas, los obispos de México hacemos un llamado para que las decisiones legislativas y judiciales que se acuerden respeten los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad que rigen nuestro sistema electoral”, enfatizó el prelado.
El obispo Ramón Castro afirmó que la Iglesia en México ha puesto de relieve varias ocasiones a la democracia como un indiscutible “signo de los tiempos”, como uno de los caminos más adecuados para mejorar y fortalecer a las instituciones cívicas y políticas que velan por la libertad, los derechos humanos y la justicia y que promueven el bienestar y el desarrollo de la comunidad, por su carácter participativo y representativo.
En el marco de la definición de los cambios al sistema electoral mexicano que en próximos días deberá votarse en el Senado, y de la resolución que deberá tomar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de las controversias presentadas en contra del “plan B”, la CEM expresó su “confianza en que los legisladores y las autoridades que participan en estas deliberaciones, resolverán con estricto apego a la ley lo que sea mejor para la consolidación de nuestra democracia, el bienestar, la paz y la concordia que hoy tanto necesita nuestro país”.
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