Carencia de acceso a los servicios de salud pública, baja calidad del servicio y desabasto de medicamentos son algunas de las situaciones que caracterizan al sistema de salud pública mexicano, lo que más allá de números y estadísticas representan verdaderos dramas para millones de familias.
A pesar de ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde que estaba en campaña se ha empeñado en asegurar que México tendría un sistema de salud como el de Dinamarca, y aunque no solo no lo ha logrado, sino que inclusive va en retroceso, prometió que a diciembre de este año superará al del país nórdico.
“Cuando digo, cuando planteé que México va a tener un sistema de salud como el de Dinamarca se ríen. Pues va a tener no un sistema de salud como el de Dinamarca, mejor que el de Dinamarca, ese es el compromiso, y lo vamos a hacer entre todos, como estamos logrando la transformación de nuestro país, pese a quien le pese”, aseguró el mandatario.
Asimismo, indicó que “el propósito que tenemos es que antes de que termine mi mandato vamos a tener un sistema de salud de calidad y gratuito para todos. (…) La salud no es un privilegio, es un derecho”.
López dijo que al llegar al gobierno encontró los servicios de salud por los suelos, sin atención médica, sin medicamentos y con corrupción por todas partes, para revertirla “todavía estamos iniciando la reconversión, estamos iniciando el mejoramiento del sistema de salud, pero ya se ha ido avanzando”.
Urge a replantear el sistema de salud: Coparmex
La implementación de un sistema de salud universal, sin condicionamiento por la situación laboral ni por la capacidad de pago, es un tema de vital importancia; sin embargo, a estas alturas del sexenio, parece una meta difícil de alcanzar ya que ni el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ni el IMSS-Bienestar lograron consolidarse como una solución. Por eso, es necesario repensar el sistema de salud para que en los próximos años todos los mexicanos sean incluidos y tengan acceso a servicios de salud de calidad, consideró la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
A través de su órgano oficial “Señal“, planteó algunas de las actuales debilidades del sistema de salud, las cuales le hacen estar muy lejos de ofrecer los servicios como se dan en Dinamarca.
El organismo empresarial mencionó que en 2020, el 28 por ciento de la población carecía de servicios públicos de salud, es decir, 35.7 millones de personas, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Se ha experimentado un retroceso desde el 2016 cuando eran 18 millones de mexicanos (15 por ciento), quienes no tenían acceso a los servicios de salud. Casi se ha duplicado el número de mexicanos excluidos.
En cuanto al desabasto de medicamentos, resaltó que entre 2020 y 2022, hubo cuatro cambios respecto a las instituciones encargadas de realizar los procesos de licitación y compra de medicamentos e insumos médico. Las modificaciones generaron un desabasto que persiste hoy en día, lo que derivó en la desatención de enfermedades como VIH, diabetes y cáncer, entre otras, resaltó.
Con respecto a los recursos económicos, apuntó que en México el gasto en salud es equivalente al 2.84 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en comparación, Dinamarca invierte alrededor del 11 por ciento de su PIB, cuatro veces más que nuestro país.
Señaló que la austeridad trajo consigo un aumento en el gasto de bolsillo de millones de mexicanos, lo que de acuerdo al Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el gasto de bolsillo de los hogares se incrementó en 40 por ciento de manera general y 68 por ciento en el concepto de pago por medicamentos, al pasar de 376 pesos en 2018 a 632 pesos en 2020, lo que “debilita el progreso hacia la cobertura universal, al ser una barrera que discrimina entre quienes tienen recursos y quienes no para su atención médica”.
Frente a estas debilidades del sistema de salud nacional, la Coparmex propone que en el corto plazo se reasignen recursos al presupuesto del presente año a fin de robustecer la propuesta para el 2024.
En tanto, para el largo plazo, considera necesaria una reforma financiera del gasto en salud la cual tendría que plantear alcanzar -por lo menos- el nivel promedio de gasto al de países con un nivel de desarrollo similar que es de alrededor del siete por ciento del PIB, además de rediseñarse un paquete común de beneficios al que toda persona tenga derecho, es decir, un seguro universal con fondos que prevengan gastos catastróficos. Ambos mecanismos blindados para que se cuente con 100 por ciento de transparencia.
Asimismo, enfatiza en que se requiere fortalecer los recursos humanos, para lo cual plantea la necesidad de que el personal de salud cuente con una paga digna y con incentivos adecuados para que brinden trato digno, respetuoso, profesional y de calidad. “México no puede darse el lujo de abandonar ni la formación de cuadros universitarios ni la investigación que proporcione la evidencia necesaria para atender las necesidades de salud”, subrayó.
Por otra parte, enfatiza que la colaboración entre los sector privado y público son indispensables para que realmente existan avances en esta materia.
Apunta que el acceso universal tendría que contar con la participación del sector privado para desarrollar asociaciones de inversión en infraestructura, abasto de insumos y medicamentos, obra social, sistemas de información y tecnología de comunicaciones, así como en la prestación de servicios.
En este aspecto, recordó que en Dinamarca, las empresas del sector desempeñan un papel fundamental de acompañamiento en el diseño y la implementación de políticas públicas en materia de salud.
Te puede interesar: Aprueban diputados iniciativa para que padres de niños con una enfermedad terminal tengan permisos laborales
Facebook: Yo Influyo