Morena ahora va por reproducción asistida

No dice toda la verdad sobre las técnicas de reproducción asistida, denuncia doctora en Bioética.


Reproducción asistida


Garantizar el acceso a las técnicas de reproducción asistida para todos los mexicanos es otra de las propuestas de la senadora por Morena, Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación.

En virtud de esta propuesta, el Estado estaría obligado que a que estas técnicas estén disponibles a todo tipo de personas sin importar si éstas son casadas, solteras, heterosexuales u homosexuales.

Lo anterior para garantizar su derecho a la procreación, lo que incluiría dichos servicios de reproducción asistida.

Desde la bioética.

La doctora en bioética Martha Tarasco señaló que en México la ley no dice nada en materia de reproducción asistida.

Destacó que “en este sentido yo creo que la ley es importante, tiene que haber una ley. Lo malo es querer equipar, querer pensar que todo el mundo puede hacerse la reproducción asistida”.

La doctora subrayó que este vacío se puede observar, por ejemplo, en la omisión sobre las características que deben tener los padres o si se va a establecer un límite de edad. Llamó la atención sobre el hecho de que con estas técnicas pueden lograr que mujeres de 60 años procreen, por lo que durante la crianza del menor su edad evidentemente también aumentará.

Ministro José Ramón Cossío por reproducción asistida a parejas homosexuales

¿A favor?

La doctora Tarasco no está a favor de la reproducción asistida y fundó su parecer en que no se dice toda la verdad sobre estas técnicas.

Señaló que la efectividad es relativamente baja, de conformidad con lo que dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), promediando los resultados de los diferentes centros que llevan a cabo esta actividad, no obstante lo que debe quedar en claro es que no se puede tener seguridad de lograr el nacimiento del niño.

Agregó que tampoco se habla de los problemas que “hay para el niño que se procrea”, los cuales hace tiempo no se difundían, pero esto ya ocurre en revistas especializadas.

Por otro lado indicó que “se desvincula el acto de la procreación del acto conyugal”, lo que a su vez que puede desvirtuar la maternidad y la paternidad.

“Yo sí creo que la naturaleza suele ser bastante sabia”, si naturalmente no su puede procrear habrá alguna razón, señaló.

Otro punto de vista.

La doctora indicó que hay otras técnicas que ayudan a que las personas procreen por sí mismos, por ejemplo detectando patologías que aún no manifiestan síntomas o indicando cuando es el momento de mayor fertilidad de la pareja. Indicó que las técnicas de reproducción asistida no curan de la infertilidad.

Demandó que no se pida la subrogación de útero porque “el cuerpo de la mujer ahí se está mercantilizando”.

Además indicó que hay que poner suficientes requisitos ya que no toda persona que quiera un hijo es apto para tenerlo. Dijo que si se padece una psicopatología muy fuerte pero se cuenta con el dinero suficiente puede llevar a cabo tales técnicas.

Derecho al niño o derechos del niño

“El niño no es una propiedad de los padres”, enfatizó la doctora Tarasco.

Indicó que los padres que pueden procrear naturalmente no es que sean mejores personas que otras, pero tienen esa capacidad biológica y el hijo es un don.

Además señaló que el hijo es para sí mismo, no para satisfacer los deseos de las personas a ser padre o madre.

Subrayó que se debe hablar de la adopción así como de lo que implica la paternidad y la maternidad y enfatizó que si para la adopción hay un sinfín de comprobaciones de idoneidad también deberían de hacerlas para quienes solicitan un hijo a propósito.

Detalló que si se desea ser padre no se trata de procrear a un hijo sino de criarlo.

Evidencia

Por otro lado y respecto de la posibilidad de que personas del mismo sexo sean padres, el estudio “New Family Structure Study”, NFSS, realizado en 2012 y publicado en Social Science Reaserch, cuyo investigador principal fue Mark Regnerus de la Universidad de Texas en Austin, arrojó datos a ser tomados en cuenta.

La muestra fue de 15 mil personas dentro de las que se incluían un sector criado por parejas del mismo sexo y que tenían entre 18 y 39 años de edad al momento de la encuesta. Entre las respuestas recibidas señalaron que ahora que son adultos, “sí le reclamarían a sus padres”.

El estudio demostró alta inestabilidad de estas estructuras ya que sólo el 2% de estos menores vivieron con ambos padres “del mismo sexo” hasta los 18 años. El 57% sólo vivió con la pareja completa en un promedio de 4 meses y un 27% hasta 3 años.

La inestabilidad queda grabada en los pequeños, ya adultos sufren un mayor desempleo y necesidad de asistencia social frente a los chicos criados por sus padres biológicos.

Además los del primer grupo, aquellos educados con parejas del mismo sexo, reportaron en un 26% tener un enfermedad de transmisión sexual en tanto que en el otro conjunto, criados por sus padres biológicos sólo el 8% y en los casos de tocamientos, en el primer grupo lo reportan 26% y 2% en el segundo en tanto que haber tenido relaciones sin su consentimiento en el primer caso lo declaran 27% y 8% en el segundo; sobre el particular el investigador subraya que el ambiente donde convienen en el hogar personas sin vínculos favorece esta situación.

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