El gobierno de López Obrador es ya una muestra internacional de la decadencia y retroceso en prácticamente todas las áreas, en las que ha intentado implementar alguna solución a un determinado problema público.
La notoria escasez de resultados en prácticamente todas las áreas es una muestra de que la ruta que ha tomado el gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, para enfrentar los problemas del país ha fracasado, resalta el reporte “México: Acumulación de rezagos para un futuro incierto”, elaborado por la organización civil Signos Vitales.
Esta asociación se dio a la tarea de analizar lo hecho por la actual administración federal en la que se puede observar que el gobierno ha dejado de invertir en áreas prioritarias del desarrollo social como salud, educación o reducción de la pobreza. Sin embargo, la construcción de sus obras emblemáticas no se ha detenido.
Además, se ha continuado con la militarización a la que se le ha asignado más presupuesto y otorgado más atribuciones, al tiempo que el crimen organizado amplía su presencia y parece controlar grandes superficies del territorio nacional.
Por otra parte, durante el gobierno lopezobradorista el colapso del sistema de salud se refleja en las 15.6 millones de personas que dejaron de tener cobertura del sistema de salud público, y actualmente 35.7 millones de personas no tienen acceso reconocido a la salud, lo que representa un rezago de casi dos décadas.
Asimismo, el informe destaca que no existe un plan de regreso a clases seguro. Para el ciclo escolar 2020-2021 hay poco más de 25 millones de alumnos no inscritos en primaria, 13 millones en secundaria, 14 millones en media superior y 40 millones en educación superior.
Asevera que “la pasividad con la que el gobierno ha enfrentado muchas de las problemáticas causadas por la pandemia, ha tenido resultados adversos en lo económico, lo social y el Estado de derecho”.
El reporte señala que el costo para el país se verá reflejado en muchos años de avance perdidos en áreas en donde se había logrado avanzar y construir, pero además del retraso habrá que sumarle los años que tomará llegar a los niveles en los que al menos México se encontraba en 2018.
El documento que habla sobre la notoria acumulación de problemáticas, necesidades y demandas que no han sido atendidas o políticas públicas mal planeadas y ejecutadas, en más de dos años y medio de gobierno de López Obrador, y destaca que durante la investigación se intentó por muchas vías encontrar evidencias que justifiquen las decisiones que se han tomado a lo largo de estos años, es difícil encontrar logros o metas alcanzadas.
En el escenario que deja a México este gobierno, “es una posición sumamente complicada para encontrar una veta que se pueda seguir para reconstruir un crecimiento constante y un aliento de prosperidad en la sociedad”, subraya.
El estudio asegura que desgraciadamente el gobierno que encabeza López Obrador es ya una muestra internacional de la decadencia y retroceso en prácticamente todas las áreas, en las que ha intentado implementar alguna solución a un determinado problema público (o dar gusto a una ocurrencia presidencial).
A casi la mitad del camino de gestión, el gobierno continúa sin resolver o siquiera atenuar problemas como el desmedido incremento de pobreza en el país, o la inseguridad y la violencia, o la precaria e inestable política educativa que ha vulnerado a millones de niños y adolescentes, o la provocada privación de medicamentos y tratamientos para pacientes con todo tipo de enfermedades. Tampoco se han atendido las demandas de millones de mujeres en el país, la evidente ignorancia que prevalece en el manejo energético o el menosprecio que se le da al cuidado y protección del medio ambiente que afectan el cambio climático. Más bien, se ha agudizado la erosión constitucional y el Estado de derecho.
El informe menciona que si en algún momento existió una promesa de cambio y crecimiento por parte del actual gobierno, está cada vez más alejada de ser cumplida.
El ineficiente trabajo con el que se han realizado los diagnósticos para detectar y ubicar los problemas que aquejan al país, así como la forma y estilo con el que se construyen, implementan y evalúan políticas públicas, da como consecuencia que los problemas no se resuelvan y se malgaste el dinero de los mexicanos. A este escenario se le suma el de la pandemia por COVID–19, que vino a exacerbar prácticamente todos los problemas del país. Esta situación evidencia que, teniendo al enemigo dentro de casa, para lograr las expectativas de desarrollo y crecimiento que se tuvieron tan solo tres o cinco años atrás, hoy queda claro que se deberán tomar otras rutas muy distintas a las que se han venido siguiendo.
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