Por primera vez en la campaña, los candidatos presidenciales se vieron, frente a frente, con organizaciones civiles y víctimas del delito y de la guerra con el crimen organizado.
Ricardo Anaya (PAN-PRD-MC), Andrés Manuel López Obrador (MORENA-PT-PES), José Antonio Meade (PRI-PVEM-PANAL) el independiente y Jaime Rodríguez Calderón, participaron en este ejercicio titulado “Diálogo por la Paz y la Justicia. La Agenda Fundamental”.
Al evento, que contó con el apoyo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de la Universidad Iberoamericana y de asociaciones como Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, faltó únicamente la independiente Margarita Zavala.
Estas fueron sus principales propuestas:
Andrés Manuel López Obrador
El candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia aseguró que, de ganar la presidencia, invitará al sacerdote Alejandro Solalinde, para que se integre a su gobierno como garante de la defensa de los derechos humanos; y al poeta y activista, Javier Sicilia, para participar en la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas.
“A mí me gustaría que el encargado de los Derechos Humanos, y además a lo mejor ellos no aceptan, pero a mí me gustaría que el padre Solalinde fuera el encargado de la defensa de los derechos humanos”.
“Y que Javier Sicilia estuviera en la comisión ayudándonos a encontrar a los desaparecidos”.
Sicilia rechazó de inmediato la propuesta, por considerar que no es la persona idónea. En tanto, sorpresivamente, y pese a que la Constitución, en su artículo 130, prohíbe a los ministros de culto desempeñar cargos públicos, el padre Solalinde aceptó el ofrecimiento, con la condición de que sea sin goce de sueldo.
Sobre si estaría dispuesto a derogar o no la la Ley de Seguridad Interior, el candidato tomó la salida fácil: “Ni sí, ni no”.
Ricardo Anaya Cortés
El panista, representante de la alianza Por México al Frente, aseguró que, en materia de seguridad, impulsará dos reformas desde el primer día de su mandato, una para garantizar una verdadera autonomía de la Fiscalía General y otra más para hacer realidad los mandos mixtos.
“Esta va a ser mi máxima prioridad, desde el instante uno promoveré un periodo extraordinario de sesiones para sacar la reforma al 102 de manera inmediata y también la del Mando Mixto Policiaco para definir los plazos”.
Anaya, como sus contrincantes, fue cuestionado sobre la posibilidad de derogar la Ley de Seguridad Interior. Ante esto, se dijo dispuesto a presentar una reforma para modificar aquellos artículos que han sido cuestionados por organizaciones de la sociedad civil.
José Antonio Meade
José Antonio Meade, quien representa a la coalición Todos por México, fue autocrítico y reconoció que la estrategia de seguridad implementada por la actual administración de Enrique Peña Nieto, no ha funcionado.
Planteó una estrategia integral a partir de tres elementos: prevención, disuasión y rendición de cuentas.
Sobre la Ley de Seguridad Interior, Meade reconoció que ésta es perfectible, sin embargo aseveró que es una legislación que da certeza a los ciudadanos, ya que la presencia de los militares en las calles es excepcional.
Jaime Rodríguez Calderón
“El Bronco”, gobernador con licencia de Nuevo León, se pronunció a favor de mantener al Ejército en las calles para enfrentar los retos en materia de seguridad.
Rodríguez Calderón dejó claro que no abrogaría la Ley de Seguridad Interior, porque “es la única herramienta disponible por el momento”, y ésta tiene candados para evitar que se le dé un mal uso.
Ante representantes de organizaciones sociales, anticipó que después del 15 de mayo presentará un programa de seguridad por regiones, pues en su opinión no es posible que la política de seguridad se dicte desde la Secretaría de Gobernación.
Aunque defendió al Ejército como institución y afirmó que las violaciones a derechos humanos son responsabilidad “de algunos elementos”, no de la institución, reconoció que sus elementos no están preparados para labores de seguridad pública.
