En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos “lo más importante es el presidente”, dijo la historiadora Karla Torres, quien, con motivo del centenario de la Constitución Política vigente, explicó a Yo Influyo algunos aspectos de ésta.
Torres indicó que el documento tiene contradicciones y que dentro de los constituyentes existieron “dos proyectos políticos” para la Constitución: el de Venustiano Carranza y el de Álvaro Obregón.
Señaló que Carranza quería incluir ideas más propias del siglo XIX; no era favorable a las demandas laborales ni de la reforma agraria, aun después de todo lo ocurrido en la Revolución, y no pretendía favorecer a dichos grupos. También existían los “jacobinos”, que estaban de acuerdo con estas demandas laborales y agrarias.
Por otro lado, dijo que está documentado que Villa o Zapata, principalmente este último, entraron al movimiento revolucionario sólo para no perder sus privilegios; en cambio, “el único que sí realmente se puso la camiseta fue Madero”.
En la deliberación de la Constitución de 1917 lo más importante para Carranza fue “afianzar la figura presidencial, donde lo más importante es el Presidente y en un segundo plano el Congreso”. Comentó además que quedó prohibido a quienes habían participado en la lucha armada participar en el constituyente, lo cual “era muy paradójico”.
En una visión de contraste del presente con el pasado, Karla Torres señaló que la figura del Presidente quedó muy bien legitimada en la Constitución de 1917, como era la intención; y aunque se configuró al país como una República Federal, en realidad es central.
Además, aun cuando el grupo político de Carranza se impone, cede la inclusión de algunos de los temas importantes para el grupo de Obregón; sin embargo, éste le sigue a Carranza en el poder y opera conforme a sus prioridades.
La entrevistada precisó que en la Constitución de Yucatán en 1923 existía un artículo que permitía la revocación de cualquier servidor público que no cumpliera con su deber. Plutarco Elías Calles evitó a toda costa que ese artículo se pudiera incluir en la Constitución Federal; y de hecho, Calles afianzó el poder presidencial al conglomerar a diferentes grupos obreros, campesinos, y otros, en el Partido Nacional Revolucionario (PNR).
La Constitución al final es una ley; no obstante, la historiadora cuestionó el hecho de que no hay respeto a la legalidad, y no sólo por parte de la autoridad, sino de la misma ciudadanía, pues se respeta más un huacal en la calle, que una señal de tránsito, indicó.
Finalmente, con relación a la vida democrática en México, manifestó que es “un problema educativo importante”, ya que “nos quejamos mucho”; y por el contrario, no sabemos ni el nombre de nuestros representantes. NO hay una “participación real” de la ciudadanía.
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