El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó en lo general la instrumentación del voto electrónico, en modalidad de prueba piloto vinculante, mediante el uso de 238 urnas electrónicas en las próximas elecciones en Coahuila y el Estado de México.
Los consejeros avalaron los lineamientos para instrumentar el voto electrónico en una parte de las casillas que se instalarán el próximo 4 de junio, los cuales establecen que en Coahuila se utilizarán 74 urnas electrónicas para igual número de casillas básicas y contiguas, del modelo desarrollado por el Organismo Público Local (OPL) de la entidad.
En el caso del Estado de México, se implementarán 164 urnas electrónicas para igual número de casillas básicas y contiguas: 64 del modelo desarrollado por el OPL de Jalisco y 100 del modelo desarrollado por el INE (urna electrónica 7.0).
En sesión extraordinaria, el consejero Martín Faz, presidente de la Comisión Temporal de Seguimiento de los Procesos Electorales Locales 2023, explicó que además de los Lineamientos, el acuerdo aprobado se acompaña por el conjunto de documentos necesarios para la correcta implementación de la prueba piloto: el modelo de operación, la estrategia complementaria de capacitación y asistencia electoral, así como los planes de seguridad, continuidad y verificación.
“En lo que hace a la continuidad de la prueba piloto, esto nos garantiza realizar el cuarto ejercicio, lo que nos permitirá seguir acumulando evidencia empírica para perfeccionar el modelo de votación electrónica presencial. Incluso, ahora con el incremento en el número de urnas a instalar, elevamos el grado de exigencia en torno a este ejercicio”, recalcó.
Por su parte, la consejera Carla Humphrey, presidenta de la Comisión de Organización Electoral, enfatizó que conforme a las experiencias de otros países, uno de los elementos principales para que se transite al voto electrónico es que exista la aceptación, es decir, la confianza de la ciudadanía y actores políticos involucrados.
Así lo muestran los múltiples informes presentados que dan cuenta de la confianza, tanto de la ciudadanía que acude a ejercer su derecho al sufragio, como de las y los funcionarios de mesas directivas de casilla, las representaciones partidistas, así como de las y los observadores electorales. “En el último informe presentado se establece un estudio sobre la percepción ciudadana en la que se da muestra que más del 90 por ciento confía en el uso de la urna electrónica y más del 80 por ciento le gustaría usarla en las próximas elecciones”, anotó.
A este respecto, la consejera Norma De la Cruz exhortó a que después de tres ejercicios de prueba piloto de voto electrónico, el INE apunte hacia una estrategia focalizada de urnas electrónicas en un territorio determinado: en un distrito o en un municipio.
“La focalización estratégica tiene como objetivo crear ambientes realistas que nos permitan someter a las urnas, no sólo a las pruebas de estrés y de funcionalidad, sino que también nos arrojarían datos que no tenemos, porque las pruebas piloto no los han dado, por ejemplo, la logística de capacitación, almacenamiento, los traslados a los consejos distritales, centros de acopio, etcétera”, apuntó.
Por su lado, el Consejero Uuc-kib Espadas afirmó que la modernización de las elecciones en México “pasa fundamentalmente por la política y tiene que ver con las mejores garantías del ejercicio del voto, la proporcionalidad, la capacidad de decidir de manera independiente en cada una de las elecciones”.
Además, coincidió con la propuesta de la consejera Norma De la Cruz de someter a las urnas electrónicas a una prueba en condiciones reales. “Sometamos a la urna electrónica a una prueba real, en una elección mexicana real”, con todas sus condiciones, manifestó.
Por su parte, la Consejera Dania Ravel recapituló que aunque existen brechas cívicas que deben ser superadas, es importante tener en cuenta que la implementación gradual de urnas electrónicas siempre ha ido acompañada de un plan detallado para garantizar la seguridad y confiabilidad del sistema, así como de la capacitación adecuada para los funcionarios electorales.
“Seguiremos recabando información y, como siempre, haremos una evaluación del ejercicio y un análisis comparado con las pruebas piloto previas, que nos permitan tener información integral sobre la planeación, ejecución y costos de cada ejercicio para la toma de decisiones futuras”, agregó.
En tanto, la consejera Claudia Zavala, consideró que hoy “el reto es ampliar el ejercicio conforme a nuestras posibilidades que institucionalmente tenemos, seguir demostrando que la urna electrónica es eficaz, también para el funcionariado de casilla, al reducir los tiempos, tanto en instalación como de resultados, pues abona muchísimo al modelo concurrente de elecciones que vamos a tener de manera constante”.
Asimismo, añadió que “no es que tengamos miedo o que no tengamos las posibilidades de probar, me parece que tenemos que caminar dentro del margen del Estado de derecho, pero sin claudicar en seguir generando la confianza en el uso de estos instrumentos para efectos de las votaciones”.
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