La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) externó su preocupación ante un nuevo intento por proponer en el Congreso de la Unión un paquete de iniciativas bajo el concepto de “igualdad sustantiva” para reformar diversos artículos de la Constitución y leyes reglamentarias que vulnerarían y restringirían los derechos humanos a la vida, a la familia, a la libertad religiosa, de conciencia y de expresión.
En un mensaje en video, el secretario general de la CEM, Ramón Castro Castro, denunció que sin ningún proceso de consulta suficientemente amplio y riguroso, los legisladores pretenden introducir modificaciones al régimen constitucional y legal que impactaría múltiples ámbitos como el civil, el familiar, el penal y el administrativo, sin contar con el debido consenso y fundamento técnico.
El prelado reprochó que ahora que el país atraviesa por una crisis de violencia que ha cobrado la vida de cientos de miles de personas, se intente “afianzar la cultura de la muerte” estableciendo como supuesto derecho humano la práctica del aborto bajo el supuesto de proteger la salud sexual y reproductiva.
Asimismo, criticó que “con un espíritu autoritario y regresivo”, se busque establecer prohibiciones, restricciones y limitaciones a la libertad de religión, de conciencia y de expresión, lo que vulnera la protección prevista en los tratados internacionales que impiden la censura previa.
El obispo de Cuernavaca también recriminó que con este paquete de leyes se trate de impedir a los creyentes de todas las religiones, la manifestación de su doctrina y cuerpo de creencias religiosas en temas como la vida, el matrimonio, la familia, sexualidad humana, siendo perseguidos por su predicación.
De la misma manera, apuntó que estas reformas conllevan prohibiciones, restricciones y limitaciones a los padres y madres de familia en el ejercicio de la patria potestad incluyendo el derecho a educar a sus hijos, imponiendo una determinada ideología a la educación pública y privada.
Como ejemplo de ello mencionó que existe la propuesta de que los menores no requieran el consentimiento de sus padres para recurrir al aborto o a un procedimiento de cambio de sexo.
Advirtió que otro de los riesgos es que se pretende la reconfiguración del matrimonio y de la institución familiar imponiendo una visión que no responde ni obedece a la realidad y al contexto sociocultural de México como una manera de ir en contra del pueblo que tiene profundo raigambre y tradición familiar.
Ramón Castro señaló que lo propuesto en estas iniciativas dividen, fracturan y polarizan a una sociedad que requiere con urgencia unidad para construir la paz, reconstruir el tejido social y alcanzar el bien común, y aseguró que atentar de esta manera es otra manera de violentar al país.
Después de indicar que cada una de las leyes que se buscan transformar deben partir de profundos y rigurosos análisis, el vocero de la CEM destacó que también es necesaria la participación en diálogo abierto que lleve a una reflexión seria en donde el pueblo tenga la oportunidad de expresar su sentir sobre temas tan sensibles.
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