IMSS-Bienestar carece de una estructura jurídica o una guía clara que determine su ruta de implementación, lo que se traduce en un riesgo alto de improvisación como ocurrió con el Insabi, alertó la Coparmex.
Con la cancelación del Seguro Popular en tan sólo dos años aumentó de 20.1 millones a 35.7 millones la cifra de personas sin acceso a servicios médicos, en un intento por resarcir esta situación el gobierno federal recientemente anunció la implementación programa IMSS-Bienestar con el que pretende resarcir esta situación.
Sin embargo, existen elementos que ponen en duda su viabilidad que se centra en la falta de estructura jurídica y de recursos, entre otros factores, de acuerdo a un análisis de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
A través de su publicación oficial Señal, el sindicato empresarial que encabeza José Medina Mora Icaza, recordó que el IMSS-Bienestar no es un programa nuevo, ya que se creó en 1979 bajo el nombre de IMSS-Coplamar que buscaba llevar a todo el país los servicios del IMSS a la población no protegida por los sistemas de seguridad social, mucha de esa población en extrema pobreza y profunda marginación.
Actualmente, IMSS-Bienestar opera en 19 entidades del país otorgando servicios de salud a 11.6 millones de personas, servicios médicos de primer y segundo niveles de forma gratuita. Este año el programa renovado busca cubrir a 13 entidades más.
Sin embargo, Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Tamaulipas han anunciado que no se sumarán, lo que ya genera un tropiezo en la viabilidad de este programa.
Otra de las dificultades en la implementación del programa es que la propuesta se anunció a pesar de que no existe una estructura jurídica o una guía clara que determine la ruta de implementación. “Esto se traduce en un riesgo alto de improvisación (lo cual ocurrió con Insabi)”, subrayó la Coparmex.
Asimismo, señaló que no se ha aclarado qué pasará con la atención de tercer nivel, ya que se ha expresado que el nuevo esquema está centrado en el primer y segundo nivel, con enfoque en prevención, y al parecer no se está incluyendo la atención de alta especialidad.
Por otro lado, el organismo empresarial señaló que es poco claro si el presupuesto otorgado a IMSS-Bienestar es suficiente para operar la infraestructura y cubrir el pago a trabajadores en cada entidad incorporada.
A fin de que IMSS-Bienestar sea un programa eficiente que amplíe la cobertura de salud a los mexicanos que carecen de acceso a estos servicios, la Coparmex aseguró que la salud no debe verse como un gasto sino como una inversión en la que debe privilegiarse la más alta obertura con la más alta calidad en los servicios, lo que implica profesionales de la salud bien pagados, abasto de medicamentos y dispositivos médicos de innovación, pero sobre todo indicadores.
Indicó que es necesario contar con indicadores realistas y transparentes, tanto en el aspecto cualitativo como cuantitativo para medir si los servicios están mejorando en calidad y cobertura. “Indicadores técnicos, no políticos, para fortalecer lo que funciona y corregir lo que no”, enfatizó.
La Coparmex subrayó que uno de los aspectos que no se contempla en el proyecto es la necesidad de dotar de recursos suficientes al IMSS. “Deberían contemplarse recursos adicionales y suficientes para aliviar la falta de financiamiento y los recortes que ha tenido el sector”.
Aseguró que uno de los grandes retos que tiene el sistema es el referenciamiento, es decir, resolver el seguimiento al paciente; la adherencia a los tratamientos, la rehabilitación, la referencia de pacientes entre segundo y tercer nivel.
La Coparmex se mostró dispuesta a colaborar con el gobierno federal para que este programa de salud universal llegue a más mexicanos, por lo que señaló su intención de sumarse a través del Modelo de Desarrollo Inclusivo (MDI), como lo hizo con las vacunas al ofrecer a las autoridades el apoyo de las empresas con más de mil médicos, instalaciones y centros de distribución, así como puntos de venta donde podría facilitarse información a los ciudadanos.
A este respecto, dijo que “es hora de acabar de una vez por todas con la crisis en el sector salud. Desterremos las carencias, las demoras, la falta de calidad, la improvisación, la corrupción, y todos aquellos males que hoy son un obstáculo para caminar rumbo a un nuevo sistema”.
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