Porfirio Muñoz Ledo dio a conocer un documento a través del cual propone impedir una mayor centralización del poder, se respete la división de poderes, el federalismo y los órganos constitucionales autónomos.
Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez suscribieron una carta a través de la cual hicieron un llamado a un diálogo incluyente sobre el futuro de la República Mexicana que impida una mayor centralización del poder y respete tanto la división de poderes como el federalismo y los órganos constitucionales autónomos.
Muñoz Ledo publicó el documento “Diálogo incluyente sobre la República” en su cuenta personal de Twitter en el que plasma en 10 puntos lo que considera debe tomarse en cuenta para conducir el destino del país para transitar hacia un cambio democrático profundo por la vía pacífica e institucional.
“El Movimiento por la República es fruto de reflexiones compartidas sobre el futuro del país. No pretende convertirse en partido político ni suplantar a los existentes. Aspira a reflejar el estado de la conciencia ciudadana que exige un cambio democrático profundo por la vía pacífica e institucional”, advierte al inicio del escrito.
Asimismo, indica que “durante la segunda parte del periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador debiera consumarse el movimiento libertario que iniciamos en 1988. Se definirá además el futuro del país para el siglo XXI. Vivimos tiempos crucialmente de la historia de México. Estamos obligados a proponer ideas claras y objetivos asequibles para la renovación del proyecto nacional”.
Porfirio Muñoz Ledo, actual diputado federal por Morena, ha sido uno de los más severos críticos de la política seguida por López Obrador y su partido con quienes mantiene grandes divergencias, las cuales ha externado públicamente y que a pocos días de llevarse a cabo las elecciones se han intensificado.
Llamado de @IfigeniaMtz y un servidor para un diálogo incluyente sobre el futuro de la república que impida una mayor centralización del poder y respete tanto la división de poderes, como el federalismo y los órganos constitucionales autónomos. pic.twitter.com/vo2mUURiz7
— Porfirio Muñoz Ledo (@PMunozLedo) May 18, 2021
En el documento publicado cada uno de los puntos comienza con la palabra “respeto”, la cual hace referencia a cada una de las instituciones del país, a la sociedad civil y a sus organizaciones, así como a la voluntad de los ciudadanos para determinar su forma de gobierno. Como broche, termina destacando el enunciado “Polarizar es paralizar. Concertar es progresar”.
El texto hace hincapié en que el poder no debe concentrarse en una sola persona, ni que los demás poderes estén supeditados a lo que dicta el Ejecutivo.
Este decálogo se da a conocer a pocos días de que Muñoz Ledo diera a conocer que se reunió con Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez, actual senadora por Morena, para analizar detenidamente los problemas políticos y económicos por los que atraviesa el país.
Cabe recordar que los tres políticos pertenecieron al Partido Revolucionario Institucional al cual renunciaron para formar el Frente Democrático Nacional para competir en las elecciones de 1988 impulsando a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la presidencia de la República. Además, por décadas han compartido ideas y han realizado esfuerzos para impulsar desde las instituciones un gobierno de izquierda, pero que dista del que actualmente encabeza López Obrador, lo cual han expresado en diversas ocasiones.
Aquí presentamos los 10 puntos del documento:
1.- Respeto al principio y práctica de la división de poderes. El fin de la supeditación de la Cámaras del Congreso a las imposiciones del Ejecutivo en detrimento de las iniciativas independientes, aunque provengan de legisladores del mismo partido.
2.- Respeto del sistema federal y municipal que define a la República desde 1824. Alto a las tendencias centralistas encarnadas en “súper delegados” omnímodos. Convocatoria a una quinta convención nacional fiscal que retribuya los ingresos públicos entre los órdenes de gobierno.
3.- Respeto escrupuloso a la independencia del Poder Judicial. Abstención absoluta de defender a la judicatura por sus decisiones y de hacer llamados a violentar el texto constitucional en lo que se refiere a la duración del mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia.
4.- Respeto a los órganos constitucionales autónomos como fruto de nuestras luchas históricas por la democracia, así como su papel irrenunciable de limitar el poder absoluto. Propuestas de reformas constitucionales para fortalecer y actualizar esas instituciones.
5.- Respeto a la sociedad civil y a sus organizaciones. Libertad de las personas para inventar, crear, disentir y autodeterminarse. Acceso universal a la cultura como vínculo integrador. La ciencia como rectora del conocimiento. Cese a la intolerancia y descalificación de los ciudadanos libres.
6.- Respeto a los compromisos con los derechos inalienables de los pueblos originarios y las comunidades indígenas, a sus culturas, lenguas, tierras, territorios y recursos. Estricto cumplimiento de nuestros deberes solidarios con los trabajadores formales e informales del campo y las ciudades. Libre circulación de las personas por el territorio nacional y protección a los refugiados, cualquiera que sea su origen.
7.- Respeto a la pluralidad esencial del país, a la libertad de opinión crítica, creación, innovación y disenso. Abolición de la verdad oficial y apertura a un diálogo verdadero. Un gobierno que escucha a la sociedad.
8.- Respeto a la opinión informada sobre la situación económica y social del país: nuestra realidad objetiva en materia de crecimiento, inversión, empleo, salarios, distribución de la riqueza y capacidad de autodeterminación. Creación de un Consejo Económico y Social para acordar el desarrollo.
9.- Respeto a los esfuerzos nacionales por mantener actitudes independientes y ejercer facultades soberanas en un mundo globalizado. Edificación de una Política Exterior de Estado que coordinen los intereses legítimos de individual sector o regional en torno al interés supremo de la Nación.
10.- Respeto a la voluntad soberana de los ciudadanos mexicanos para determinar su forma de gobierno e instituciones públicas. Una gran Nación como la nuestra, no debe ser secuestrada por caudillismo alguno que nos despojaría de nuestros derechos humanos y políticos.
Te puede interesar: Morena quiere la cabeza del INE