Si se requiere una reforma eléctrica, esta debe ser para acelerar los grandes pasos dados desde 2013; garantizar que más energía se genere a partir de fuentes limpias y renovables a fin de que haya más abasto, oferta y así paguemos menos.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) confió en que el parlamento abierto sobre la reforma eléctrica realmente sirva para que el Congreso, “teniendo grandeza de miras”, impulse lo que necesitamos como nación y escuche todas las voces de expertos, académicos, consumidores, generadores e incluso opiniones internacionales que advierten que esta es una reforma nociva.
Asimismo, consideró que la reforma, tal cual fue planteada por el Ejecutivo, dañará al país, implicará pagar indemnizaciones millonarias cuando ese dinero es tan necesario en la salud, deteriorará la imagen de México en el exterior haciéndonos ver como un país donde no se cumplen los contratos y ahuyentará más inversiones todavía; y lo peor es el daño a las familias y al medio ambiente.
A través de su órgano oficial, Señal, la Coparmex asentó su postura en la que destacó que “si el país requiere una reforma, esta debe ser para acelerar los grandes pasos dados desde el año 2013; garantizar que más energía en el país se genere a partir de fuentes limpias y renovables para que haya mayor abasto, oferta y así paguemos menos”.
Agregó que desde su perspectiva existen al menos tres aspectos que deben suprimirse de la iniciativa enviada por el Ejecutivo que resultan totalmente nocivos:
1) La eliminación de la libertad de elegir de los consumidores.
2) La eliminación de la competencia.
3) Las afectaciones ambientales y a las finanzas públicas.
Con respecto a permitir la competencia, destacó que al limitar la participación privada y cancelar los contratos existentes se eliminaría de tajo la competitividad, lo que generaría prácticas monopólicas a favor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y “los mexicanos ya sabemos qué pasa con los monopolios: acabamos teniendo pésimos servicios y pagando carísimo por ellos”.
Por otra parte, advirtió que debe revertirse la cancelación de los Certificados de Energías Limpias ya que de lo contrario se pondría en riesgo al medio ambiente saludable al que tenemos, de acuerdo al artículo 4º Constitucional, tenemos derecho las generaciones presentes y futuras de mexicanos.
Además, subrayó que no pueden ni deben desaparecer los órganos reguladores como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), porque al dejar sin árbitro al sector se tendría la tentación de hacer un juego a modo del gobierno en turno además de que se carecería de controles lo que podría ocasionar un desorden y ahuyentar la inversión del país.
La Coparmex enfatizó que México tiene un enorme potencial, se encuentra ubicado geográficamente en un sitio envidiable para captar energía solar; cuenta con vastas cordilleras donde el viento puede ser aprovechado para generar energía eólica de muy bajo costo; tenemos enormes reservas de gas, por eso no podemos darnos el lujo de desaprovechar estas ventajas.
Defender los intereses de los mexicanos
El sindicato patronal lamentó que en México los parlamentos abiertos sólo “se han convertido en una formalidad, en parte de un proceso donde se simula escuchar, pero al momento de tomar decisiones se impone la lógica partidista y de interés político, no necesariamente la voz de la sociedad civil, de los expertos o el sentido común”, por lo que exhortó a los legisladores a que realmente se nutran de más y mejores elementos técnicos para tomar sus decisiones.
En otro aspecto, indicó que es falso el debate de que se ha entregado la energía a intereses ajenos a los nacionales. “Con buenas leyes y buenas instituciones, la energía que se produzca en el país será de y para los mexicanos”, subrayó.
El gobierno y nuestros legisladores si hacen bien las cosas pueden ser promotores positivos del cambio, pero si lo hacen mal, podrían causar daños que tarden décadas en revertirse, advirtió.
Finalmente, la Coparmex invitó a los ciudadanos a conocer la postura de sus diputados y senadores, y a que en este parlamento abierto también se expresen a favor de México y en rechazo de cualquier dogmatismo que les haga perder la objetividad.
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