Los subsidios cruzados entre las empresas de la CFE provocan una pérdida en el espíritu de competencia que impulsó su separación y reducen los incentivos a la eficiencia y a la minimización de sus costos.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y sus empresas productivas subsidiarias distorsionan sus resultados financieros y operativos ocultando las transferencias de recursos o subsidios cruzados con el propósito de compensar las pérdidas de unas al transferirles recursos de otras que tienen un mayor nivel de utilidades, revela un estudio del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
En los hechos, señala, se trata de subsidios cruzados que no solo no tienen un fundamento legal, como lo ha señalado puntualmente la Auditoría Superior de la Federación (ASF), sino que van en contra de lo establecido en los términos que definen la separación de las actividades que desarrollan las distintas subsidiarias de la CFE, paraestatal que dirige Manuel Bartlett Díaz.
El análisis destaca que esta es una práctica recurrente desde 2015, la cual afecta los incentivos de las distintas subsidiarias que son partícipes, así como el funcionamiento y la competencia en el mercado eléctrico, y en última instancia, también daña la economía de los hogares y las empresas mexicanas que enfrentan mayores precios de la electricidad debido a una menor competencia en el sector.
“Mediante los subsidios cruzados, la CFE y las empresas subsidiarias que la integran presentan resultados subóptimos en términos de inversiones y en su operación y limitan la participación de empresas del sector privado en distintas actividades del sector eléctrico”, refiere el análisis.
De acuerdo al estudio del IMCO titulado “La CFE frente al espejo: incentivos mal alineados en la empresa productiva del Estado”, uno de los pilares de la apertura del sector eléctrico de 2013/2014 fue la reforma a la CFE para transitar de una entidad paraestatal hacia una empresa productiva del Estado con el mandato legal de generar valor económico y rentabilidad para el Estado mexicano como su propietario.
Esta reforma obligó a la CFE a operar bajo criterios de negocio. y el tránsito del sector energético cerrado hacia un mercado de energía requirió la separación vertical (en las actividades de generación, transmisión, distribución y comercialización de energía) y horizontal (en la generación eléctrica) del entonces monopolio estatal (CFE) en distintas empresas productivas subsidiarias (EPS) y empresas filiales (EF) con el objetivo de que cada una de ellas fuera independiente en su operación y se evitara el intercambio de información confidencial.
El objetivo de esta desintegración, indica el documento, fue impedir que la CFE ejerciera su poder de mercado y desincentivara las inversiones en los segmentos abiertos a la competencia (generación y comercialización), así como evitar que discriminara a los otros participantes de la industria en el acceso a sus negocios de redes y monopolios legales (transmisión y distribución). Es decir, se le obligaba a dar acceso abierto y no indebidamente discriminatorio a su infraestructura.
El IMCO señala que los subsidios cruzados entre las empresas de la CFE provocan una pérdida en el espíritu de competencia que impulsó su separación y reducen los incentivos a la eficiencia y a la minimización de sus costos.
Las subsidiarias con pérdidas, en lugar de reformar su modelo de negocio hacia el punto de equilibrio, encontraron mecanismos institucionales para extraer utilidades de las unidades de negocio rentables, y para obtener una mayor porción del subsidio público. El resultado es que las unidades de negocio rentables no pueden invertir porque las subsidiarias menos eficientes drenan sus recursos.
A fin de evitar estas prácticas, el IMCO propone, entre otras medidas, transparentar los subsidios entre las subsidiarias, lo que conlleve el desglose de los resultados financieros de las subsidiarias antes y después de los subsidios cruzados.
Asimismo, sugiere que la CFE presente los estados financieros trimestrales y anuales de las empresas subsidiarias de forma desagregada, además de que las empresas filiales de la CFE hagan públicos sus estados financieros de forma proactiva.
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