Culiacán: Crónica de un operativo fallido

Culiacán vivió un día de terror, a causa de balaceras entre las fuerzas federales y delincuentes del Cartel de Sinaloa, con motivo de la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “Chapo” Guzmán.


Narco Estado


Desde las 3 de la tarde del jueves 17 de octubre, se registraron una serie de enfrentamientos armados entre integrantes del Cartel de Sinaloa y miembros del ejército y Guardia Nacional, los cuales duraron horas.

Guillermo Torres Quiroz, analista político, explica que con la detención del “Chapo” hace unos años, el Cártel de Sinaloa tuvo modificaciones; a la cabeza se quedó Ismael “Mayo” Zambada y padrino del ahora implicado Ovidio.

El analista explica que el comportamiento del Cártel de Sinaloa se debe a que el hijo del “Chapo” es una parte importante del cártel y por ello, no podían permitir la caída de otro líder del grupo delictivo, en especial cuando se juegan la permanencia, pues al parecer, su contraparte, el Cártel Jalisco Nueva Generación, se ha vuelto más poderoso.

La detención de Ovidio Guzmán López desato una serie de agresiones y bloqueos en zonas estratégicas de conectividad con la capital de Sinaloa; sumado a ello, hubo una fuga de 49 presos del penal de Aguaruto, en Culiacán.

La noticia se dio a conocer cuando habitantes de la capital de Sinaloa compartieron videos de las balaceras, que mostraban quema de autos y personas armadas, mediante sus redes sociales.También por ese medio se anunciaba la detención de uno de los hijos del capo, pero sin versión oficial; fue hasta pasadas las 18 horas cuando empezaron las declaraciones oficiales.

La primera declaración fue del secretario de seguridad de la entidad, Cristóbal Castañeda, quien aseguró en algunos medios de comunicación que no había reportes de algún operativo o detención; sin embargo, explicó que un grupo armado había llegado a inmediaciones del penal de Aguaruto y habían liberado a un grupo de entre 20 y 40 reos, además de afirmar que no tenía conocimiento de algún operativo.

Torres Quiroz asegura que la liberación de los presos fue consecuencia de la detención, y la falta de comunicación entre el gobierno local y el Federal se debe a la mala capacidad de reacción del gobierno de López Obrador en el problema de inseguridad, que no se limita a Sinaloa, pues tres días antes de lo ocurrido en Culiacán, un grupo de personas armadas emboscó a un convoy de policías locales en el municipio de Aguililla, en Michoacán, donde 14 oficiales perdieron la vida; además del enfrentamiento entre militares y personas civiles armados en el municipio Iguala, en Guerrero.

El analista asegura que los eventos de violencia que ocurrieron esta semana se deben a que el Gobierno Federal no ha tenido capacidad para reaccionar de forma adecuada ante la situación, ni tiene estrategias para atender estos problemas. Una hora después de las declaraciones del secretario de seguridad de Sinaloa, el gobierno del estado, a través de su cuenta de Twitter, desplegaba un comunicado que confirmaba la detención de Ovidio Guzmán López, lo cual resultó en una mayor intensidad de los tiroteos en la entidad.

Pero fue hasta las 9 de la noche cuando el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, informo lo sucedido, mediante un video que se publicó en la cuenta de Twitter de la Secretaría, donde junto al gabinete de seguridad, informaba que un grupo de personas armadas había atacado desde una casa a miembros del ejército y de la Guardia Nacional, que al repeler el ataque y tomar control del inmueble, se percataron que en el lugar se encontraba Ovidio Guzmán López, hijo del “Chapo” y una de las personas más buscadas por la justicia; sin embargo, Durazo enfatizó en que a causa de la violencia y por acuerdo del gabinete de seguridad, se decidía suspender las acciones, lo que generó dudas y suposiciones.

El especialista explica que la falta de coordinación que tuvieron el gobierno federal y el local refleja desorden administrativo, así como ausencia de un plan para combatir al crimen.

El día de hoy, durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador, informó que por acuerdo del gabinete de seguridad y con su autorización, Ovidio Guzmán López había sido liberado, con la finalidad de que cesaran los enfrentamientos y no hubiera más pérdida de vidas de la sociedad sinaloense, y aclaró que más tarde, el secretario Durazo, los titulares de Marina, de la Defensa Nacional y de la Guardia Nacional, ofrecerían una conferencia de prensa.

Durante esa conferencia de prensa, el secretario de Seguridad cambió su versión de la emboscada y dijo que el operativo fue fallido y que, al verse rebasados por la violencia delincuencial, los integrantes del gabinete tomaron la decisión de liberar al hijo del “Chapo” Guzmán.

Guillermo Torres Quiroz explica que el discurso de López Obrador demostró que este fracaso es fruto de la falta de estrategia en materia de seguridad. En contraparte, asegura que el presidente tiene un talento magnífico para justificar sus errores y lavarse las manos al decir que la decisión la tomó el gabinete, pero él la avaló por salvar vidas, para evitar tener una pérdida política, porque sus seguidores se convencieron de que hizo lo mejor para evitar perder vidas, aunque el mensaje sea claro en el sentido de que la impunidad en esta administración es total y un preocupante reconocimiento de que el delito organizado es quien pone las reglas.

 

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