La inversión privada es una de las políticas medulares para el desarrollo y el empleo. En México, hay incertidumbre a ese ámbito, como consecuencia de las acciones del gobierno federal.
La inversión privada representa un porcentaje importante en el desarrollo del país; tan sólo en septiembre del 2018 alcanzó 22.5% del valor total del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, durante el primer trimestre del año, según el Semáforo Nacional (www.semaforo.mx), proyecto social ciudadano, esa cifra se redujo al colocarse en 21.6% del PIB, el menor volumen registrado desde el primer trimestre de 2015, cuando fue de 21.4%.
Frente a esta situación, Gustavo de Hoyos, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señaló que México requiere de proyectos estratégicos de inversión que cumplan con la ley y no estén sujetos a caprichos.
El aumento en la incertidumbre de los inversionistas privados es provocado por decisiones de Andrés Manuel López Obrador como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y la consecuente conversión de la base militar aérea de Santa Lucía en aeropuerto comercial; la intención de invertir en una nueva refinería en Dos Bocas, Veracruz, y la construcción del Tren Maya en el sur del país.
En ese sentido, el presidente de Coparmex ha señalado que los proyectos anunciadas para Pemex (Refinería de Dos Bocas), el Tren Maya y Santa Lucía no tienen claridad en su ejecución ni en su viabilidad financiera, a pesar de ser los proyectos estrellas del Ejecutivo.
Juan Carlos Minero, director de Inversionistas Black Wallstreet Capital, aseguró que las cancelaciones y las inversiones sin transparencia hechas por el gobierno, han provocado que los empresarios tengan dudas significativas sobre “qué vamos a ver hacia delante” en cuanto a las condiciones necesarias para la inversión.
Minero aseveró que el “talón de Aquiles” del actual gobierno federal está en la economía, y aseguró que la cancelación del NAIM ocasionó notables bajas en los mercados.
También afirmó que si el peso ha ganado terreno frente al dólar, es gracias a condiciones internacionales; sin embargo, sentenció que la poca certeza en la inversión pública genera bajo crecimiento económico, además de que se retiraron incentivos fiscales; sin condiciones óptimas no habrá inversión, y sin inversión no hay empleos.
Hay que recordar que el Banco de México redujo cuatro veces consecutivas su perspectiva de crecimiento económico para este año, ubicándolo en 0.8%, frente al 2.2% inicial y muy lejos del 4% que el presidente había prometido al inicio de su administración.
Las calificadoras internacionales Fitch y Moody´s también redujeron la calificación a México. Fitch recortó la nota de deuda soberana a largo plazo, de BBB+ a BBB, con el argumento de que existe un mayor riesgo para el país, mientras que Moody´s cambió la perspectiva para la nota de México a negativa y manifestó su preocupación por la inversión que el Ejecutivo está haciendo en Pemex.
A pesar de ello, el pasado martes 16 de julio, se presentó el Plan de Negocios 2019-2024 para Pemex, plan que la Coparmex calificó como insuficiente y aseguró que lleva un alto riesgo de presiones a las finanzas públicas, por la cantidad de recursos con los que el Gobierno Federal apoya a la petrolera, sin incluir un plan de reducción de deuda.
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