Diálogo o “tomadura de pelo”

La reciente reforma al Infonavit ha dejado en evidencia lo que muchos empresarios y sindicatos califican como una “tomadura de pelo” por parte del senador Adán Augusto López Hernández. Lo que comenzó como un proceso de diálogo abierto, con la participación de diversos sectores en la defensa del Infonavit, terminó sin que se cambiara ni una sola coma del proyecto legislativo original aprobado el 13 de febrero de 2025 en el Senado de la República.

Juan José Sierra Álvarez, presidente de Coparmex, expresó su inconformidad con la falta de respuesta a los planteamientos del sector empresarial. “Nuestra aportación es por el fortalecimiento del Infonavit, pero lo que hemos visto es un avasallamiento de su estructura tripartita”, declaró, enfatizando la necesidad de mantener un sistema en el que trabajadores, empresarios y gobierno tengan una representación equitativa.

Sierra Álvarez dejó claro que el dinero del Infonavit no es público, sino que pertenece a los trabajadores, por lo que la administración del organismo no debe ser modificada sin considerar su voz. “Trabajadores y empresarios hemos sido atendidos en gobernación y en el senado, pero no hemos sido escuchados”, denunció el líder empresarial.

Desde la óptica de los sindicatos, la situación es aún más preocupante. Uno de los líderes sindicales presentes en la Junta de Coordinación Política del Senado enfatizó: “No podemos permitir que una reforma que afecta a millones de trabajadores se apruebe sin haber sido modificada de acuerdo con las necesidades reales del sector”.

La reforma aprobada contempla cambios estructurales de alto impacto, entre los que destacan:

  • Desaparición de las Direcciones Sectoriales, eliminando la voz formal de los representantes de los trabajadores y empresarios.
  • Reducción de integrantes en la Asamblea General y el Consejo de Administración (de 15 a 10 por sector en la Asamblea, de 5 a 4 por sector en el Consejo).
  • Sesiones de los Órganos de Gobierno ahora serán trimestrales, reduciendo la posibilidad de vigilancia efectiva.
  • El Director General tendrá derecho de veto, permitiéndole suspender resoluciones del Consejo de Administración.
  • El Director General será designado directamente por el Presidente de la República y actuará en su representación.
  • Se permitirá la constitución de una empresa filial para la construcción de vivienda, sin que esta sea considerada entidad paraestatal.
  • Los recursos financieros no destinados a créditos estarán sujetos a la fiscalización de la Auditoría Superior de la Federación, sin embargo, las subcuentas de vivienda y créditos no podrán ser auditadas.
  • Obligación de hacer públicas las operaciones financieras del Infonavit, incluyendo su fondo de 780,446 millones de pesos.

La sensación generalizada entre los actores involucrados es que el proceso de consulta fue simplemente un mecanismo para simular apertura y consenso, cuando en realidad las decisiones ya estaban tomadas de antemano. Empresarios y sindicatos sostienen que presentaron seis puntos irreductibles para fortalecer el Infonavit, pero ninguno de ellos fue tomado en cuenta en la versión final de la reforma.

Desde Coparmex, Sierra Álvarez sentenció: “El Infonavit ha protegido el ahorro de millones de personas; con esta reforma, eso podría cambiar”.

El líder empresarial expresó su reconocimiento a los Centros Empresariales Coparmex que enviaron cartas a senadores, organizaron ruedas de prensa y emitieron comunicados junto con otros organismos y sindicatos en un esfuerzo por influir en la decisión legislativa. Esta reacción es muestra de la unidad entre sindicatos y empresarios:

  • 40 Centros Empresariales realizaron ruedas de prensa, 22 de ellas en conjunto con otros organismos y sindicatos.
  • 80 organismos locales y 26 sindicatos participaron activamente.

Ante la falta de modificaciones en la reforma, los sectores afectados estudian opciones para continuar defendiendo el modelo tripartito del Infonavit. Las confederaciones empresariales y los sindicatos han manifestado su intención de seguir presionando para que se reconsidere el contenido de la legislación aprobada.

El presidente de Coparmex ha sido claro: “Hemos cumplido con nuestra responsabilidad de defender los ahorros y derechos de los trabajadores y seguiremos haciéndolo”.

Desde la Coparmex se están trabajando líneas de acción para seguir sumando con los trabajadores y los sindicatos:

  • Explicar claramente sobre el impacto de la reforma.
  • Diálogo con otras organizaciones de trabajadores y empresarios para emitir un pronunciamiento conjunto.

La gran pregunta es: ¿Realmente se escuchará a los trabajadores y empresarios en futuras reformas, o esta experiencia marca un precedente de simulación legislativa? Por ahora, el sentimiento predominante es de traición y decepción, con el Infonavit como escenario de una lucha en la que los verdaderos afectados parecen ser los trabajadores mexicanos.

Como señala Sierra Álvarez, “De este proceso hemos logrado fortalecer una sinergia importante con varios organismos sindicales nacionales y locales. Debemos seguir construyendo esta relación, ya que como hemos dicho, el diálogo social permanente es el objetivo”.

La acción clara y decidida por la preservación de los derechos de los trabajadores y la transparencia en el Infonavit aún no ha terminado.

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