La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo un llamado a los senadores para que no avalen las modificaciones a leyes secundarias en materia electoral que fueron impulsadas por el Ejecutivo Federal y aprobadas vía “fast track” por los diputados de Morena, PT y PVEM, después de fracasar en su intento para que prosperara una reforma constitucional político-electoral.
Tras reconocer a los diputados de la oposición, quienes primero rechazaron la reforma constitucional y luego los cambios a las leyes secundarias, el organismo empresarial calificó su actuación de coherente con la lucha que durante más de 30 años ha encabezado la ciudadanía para evitar que sea el gobierno el que organice las elecciones.
Apuntó que “no es pertinente que en un año preelectoral se hagan cambios a las leyes, porque alteran las reglas fijadas para una competencia equitativa por el poder”.
La Coparmex, que encabeza José Medina Mora Icaza, dijo que el rechazo a la reforma constitucional en materia electoral “debe considerarse un triunfo de la ciudadanía” que, a través de diferentes acciones pacíficas, ordenadas y respetuosas, levantó la voz e hizo sentir su rechazo a una propuesta que nació sin atender los esfuerzos y luchas de la sociedad por fortalecer la democracia en el país.
Asimismo, condenó que a pesar de las expresiones ciudadanas, desde el Ejecutivo Federal y abusando de su mayoría parlamentaria, se optara por aprobar en fast track, sin que los legisladores conocieran siquiera el contenido de lo que se iba a votar, sin opiniones técnicas, sin diálogo, de forma desaseada y sin llevar a cabo el debido proceso legislativo, sin un análisis profundo y sin una discusión amplia en comisiones antes de llevarse al pleno, las reformas a leyes secundarias, conocidas como el “Plan B”, vulnerando al Instituto Nacional Electoral (INE), a los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE´s), así como al Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF).
“El llamado Plan B representa un amago en contra de la democracia, y un desafío a los millones de ciudadanos que se manifestaron en todo el país; es una maniobra para desmantelar los organismos electorales y allanar el camino para elecciones con influencia del gobierno. No es fruto del consenso, sino de una imposición”, consideró.
La Coparmex insistió en señalar que no es la forma ni el momento para una reforma electoral que no tenga el consenso de todas las fuerzas políticas y el respaldo ciudadano, toda vez que dijo, “no se trata de una reforma cualquiera, es una que golpea de lleno a nuestro sistema nacional electoral y, por lo tanto, a nuestros derechos y libertades; porque es claro que para que en nuestro país se viva una democracia plena, las reglas del juego electoral, y la selección del árbitro, deben ser acordadas de forma neutral por todos para que tengan credibilidad”.
Indicó que si las fuerzas políticas quieren conquistar el poder, deben hacerlo en un escenario parejo, respetando la ley y logrando convencer a los ciudadanos; no mediante argucias legislativas que alteren la equidad en la contienda electoral.
Por último, la Coparmex se comprometió a seguir impulsando la participación ciudadana que contribuya a construir el México democrático que merecemos.
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