Los organismos autónomos aportan objetividad, imparcialidad y racionalidad para la convivencia de la sociedad y su debate público. Su existencia no mina la democracia, sino que la fortalece.
Un gobierno donde existe una sociedad compleja, diferenciada y contradictoria, como la mexicana, requiere del apoyo de instituciones independientes para crear políticas públicas y dirigir por un mejor rumbo al país, advirtieron especialistas durante el foro virtual “Instituciones Autónomas y el Fortalecimiento del Estado de Derecho”, organizado por la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH) y la Fundación alemana Konrad Adenauer.
En su oportunidad, Ricardo Becerra, del Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD) aseguró que esta no es una buena época para los organismos autónomos ya que están siendo embestidos, menospreciados, muy mal comprendidos y vulnerados de muchas maneras por un gobierno y una coalición política que se han propuesto reescribir la historia en la que no tienen cabida las instituciones autónomas las cuales son consideradas como innecesarias y superfluas.
Asimismo, afirmó que los organismos autónomos constitucionales no son “caprichos” de nadie, sino conquistas ciudadanas que van más allá de un triunfo electoral con fecha de 2018, ya que son fruto del esfuerzo de millones de mexicanos que desde diversas maneras aportaron a la vida democrática del país.
Señaló que desde su perspectiva la animadversión del actual gobierno y sus aliados hacia los organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral, el Banco de México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas, entre muchos otros, se debe principalmente a que consideran que sólo existe una verdad histórica, que inicia en el triunfo de 2018 y dejando atrás todo lo que se luchó en el pasado, porque tienen una obsesión redentora del regeneracionismo donde la historia democrática tiene fecha de nacimiento precisa y por el voluntarismo presidencialista.
Por otra parte, Adriana Favela Herrera, consejera del INE, dijo que en el tiempo en que la Secretaría de Gobernación se encargaba de los procesos electorales en el país no existía transparencia ni equidad, lo que cambió con la creación del Instituto Federal Electoral como órgano autónomo y conformado por ciudadanos independientes lo que ha dado paso a la democracia en México.
Destacó que para que el INE cumpla con su misión y siga aportando a la vida democrática de los mexicanos, es indispensable que conserve su autonomía.
En su turno, el exombudsman Raúl Plascencia Villanueva comentó que los organismos constitucionales autónomos no deben de significar confrontación, ni falta de cooperación del poder ejecutivo, legislativo o judicial, sino que se deben tener como órganos esenciales para garantizar la democracia y fortalecer al Estado mexicano.
Durante su participación, Luz María Cruz, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, indicó que la autonomía de esta institución fue una conquista gracias a la cual en la Máxima Casa de Estudios se permite la libertad de cátedra e investigación. “La autonomía no mina la democracia, sino que la fortalece”, subrayó.
Finalmente, el presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, José Abel Flores, destacó que en los países que cuentan con organismos autónomos los ciudadanos tienen mayores garantías de justicia, educación, seguridad y respeto a los derechos humanos por ser estados democráticos. Mientras que donde los organismos autónomos no existen o son muy precarios, se vive bajo un presidencialismo que genera muchas veces se presenta como autoritarismo, además de que entre la población prevalece la desigualdad, inseguridad y pobreza.
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