A fin de evitar que se aprueben las reformas electorales, conocidas como “el plan B” del presidente, que pretenden debilitar a los órganos garantes de la democracia, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ciudadanos organizados anunciaron que llevarán a cabo un plantón permanente afuera del recinto del Senado de la República con la intención de que los legisladores los escuchen y desechen el dictamen.
Esta es la segunda acción colectiva que integrantes de organizaciones civiles que fueron las mismas que impulsaron la marcha del 13 de noviembre #ElINENoSeToca, llevarán a cabo ahora el #PlantónRosa a través del cual la ciudadanía exigirá a los senadores, de todos los partidos políticos, que descarten el dictamen de tal forma que no permitan que suceda lo mismo que en la Cámara de Diputados en donde los diputados de Morena PT y Verde lo aprobaron sin siquiera haberlo leído.
De esta manera, la organización Unid@s convocó a los ciudadanos a hacer presencia permanente afuera del Senado a partir de las 9:00 de la mañana de este martes 13 de diciembre, para de esta forma manifestar su rechazo a cambios legislativos en torno a una reforma electoral.
Otra de las acciones que las organizaciones civiles han puesto en marcha es a través de las redes sociales en donde han colocado mensajes dirigidos a los senadores quienes están alineados a los deseos del Ejecutivo para exigirles no apoyar las enmiendas electorales las cuales aseguran son “inconstitucionales”.
No fast track
Por la mañana del 12 de diciembre, se entregó una carta firmada por 19 exconsejeros del IFE y del INE, la cual fue recibida personalmente por el senador Ricardo Moreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Senado, en la que externaron su preocupación sobre las cinco reformas en materia electoral, las cuales advirtieron que de aprobarse por los senadores en sus términos, no habrá garantías para la celebración de elecciones libres y confiables.
Los exconsejeros hicieron un “respetuoso llamado para que activen foros y mecanismos de consulta y deliberación para desahogo de la mejor manera tan trascendentes iniciativas”, al tiempo de ofrecer su colaboración para participar en dicho ejercicio.
Las organizaciones civiles que han impulsado la defensa del INE destacan que el “plan B” significa el riesgo de pérdida de la confiabilidad de las elecciones y la imposición de un partido hegemónico, por lo que su exigencia a los senadores es que se deseche por completo, al tiempo de advertir que “no basta con que el Senado haga ajustes a lo aprobado por la Cámara de Diputados”.
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