Con la finalidad de fortalecer el control migratorio y aumentar la recaudación de ingresos el Congreso de la Unión, se reformó la Ley Federal de Derechos que contempla un nuevo impuesto a los pasajeros de cruceros que asciende al cobro de 42 dólares por turista extranjero, lo que representa una grave afectación para el turismo y la economía que reciben visitantes a través de este transporte.
Willma Padilla Barbosa, presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Cozumel, comentó a Yo Influyo que esta medida se tomó de manera abrupta por parte de las autoridades, toda vez que no se llevó a cabo un profundo análisis sobre la implementación del cobro por pasajero extranjero en los cruceros y por lo tanto no se consideraron los efectos colaterales que ocasionaría como la desincentivación de la actividad turística en el país.
Reveló que con la decisión de cobrar 42 dólares por persona a los visitantes del exterior que lleguen a cualquier puerto del país en crucero–sin importar si desciende o no del transporte– hará que México pierda competitividad, ya que en el resto del mundo el costo oscila de 20 a 30 dólares lo que pone en desventaja al mercado mexicano ya que no podrá competir con otros destinos.
Ejemplificó que si una familia de cuatro integrantes decide visitar por crucero algún puerto mexicano el costo que tendría que erogar sería de 136 dólares, lo que está totalmente fuera de competencia en el mercado.
Alertó que varias navieras analizan la posibilidad de sacar a México de sus rutas por el impacto económico que representaría el impuesto.
En el caso concreto de Cozumel, Padilla Barbosa indicó que es un lugar privilegiado porque al año llegan alrededor de cuatro millones de cruceros y a pesar de que los visitantes no pernoctan en el lugar y sólo permanecen de seis a ocho horas si dejan una derrama económica importante.
Reveló que el 80 por ciento de la economía de la isla depende del turismo de cruceros, por lo que de no modificarse el monto del impuesto de 42 dólares se generará un serio problema económico y social, pues del arribo de los visitantes depende el 80 por ciento de la actividad económica del lugar.
Willma Padilla dio a conocer que el domingo 22 de diciembre más de 900 ciudadanos de Cozumel participaron en la segunda marcha pacífica para expresar su rechazo al impuesto federal aplicado a la llegada de cruceristas.
Resaltó que empresarios, trabajadores y familias se manifestaron en contra de esta medida porque está dañando la competitividad de la isla como destino turístico líder, generando menores ingresos para los negocios locales, menos empleos y, en consecuencia, afectando la economía de miles de familias que dependen del turismo.
La presidenta de Coparmex Cozumel destacó que la iniciativa privada solicita a las autoridades federales es un análisis de fondo y un diálogo con las navieras para considerar un costo razonable del impuesto a fin de que permita seguir siendo atractivo para los turistas y que México siga siendo competitivo en este rubro.
Asimismo, hace un llamado a que lo recaudado por los impuestos federales de Cozumel retorne a la isla en inversiones en infraestructura clave, como hospitales, escuelas y transporte, que fortalezcan la calidad de vida de quienes viven en Cozumel.
¿Crees que con el fin de no pagar un alto impuesto por su estancia temporal, visitantes extranjeros de cruceros preferirían viajar a otros países del Caribe en lugar de destinos turísticos de México?
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