En medio de fuertes críticas por la cercanía de las tres candidatas a ministra de la SCJN con el presidente López Obrador, se llevó a cabo la comparecencia de Yasmín Esquivel, Celia Maya y Loretta Ortiz ante el Senado de la República.
En el transcurso del pasado martes 4 de marzo comparecieron las integrantes de la terna enviada por el presidente de la República para cubrir la vacante dejada por la exministra Margarita Luna Ramos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Las candidatas Yasmín Esquivel Mossa, Celia Maya García y Loretta Ortiz Ahlf fueron ampliamente cuestionadas por los senadores durante su comparecencia en temas relacionados con el aborto y la adopción por personas del mismo sexo.
Yasmín Esquivel Mossa
Yasmín Esquivel fue la primera candidata en exponer su plan de trabajo. Rechazó categóricamente tener vínculo de amistad o parentesco que pudiera afectar su independencia como juzgadora.
Fuertemente cuestionada por su matrimonio con José María Rioboó, contratista muy cercano al presidente de la República, y por la posibilidad de representar esto un posible conflicto de interés. Esquivel insistió que se casó hace siete años con el empresario, cuando ella contaba ya con una “carrera consolidada”.
“Soy una mujer, que, como millones de mexicanas, me he hecho por mí misma, con una historia propia. No soy la esposa de, ni la señora de. Bien saben las señoras y los señores senadores aquí presentes, lo que cuesta a una mujer ser reconocida por sus méritos propios; lo importante que es reconocer el valor intrínseco de la mujer y no a partir de cualquier vínculo con un hombre”, precisó.
Dijo también que en caso de ser designada, se comprometería a que la SCJN garantizará los derechos de los mexicanos. Asimismo, refirió que dicha instancia debe dictar resoluciones apegadas a derecho, tomando –en su caso– los principios de convencionalidad y progresividad.
Consideró que el país está esperanzado en una nueva forma de impartición justicia en todos los niveles. La sociedad actual exige cambiar la impunidad por la justicia y la corrupción por la rectitud, señaló.
“Los ciudadanos exigen un Estado de Derecho donde sean desterradas la corrupción y la impunidad”, sostuvo. Dijo que el Poder Judicial tiene el desafío de fortalecer su independencia, transparencia e inmediatez, además de buscar mayor austeridad en el uso de sus recursos. La independencia debe basarse en la separación de simpatías ideológicas, subrayó.
A la pregunta referente al tema de las instancias infantiles contestó que son una necesidad para el cuidado, desarrollo, integridad y seguridad física de los menores. No es lo mismo que sean cuidados por los familiares.
Posteriormente, al ser cuestionada respecto al tema del aborto, dijo que “evidentemente yo estoy a favor de la vida; sin embargo, no es un tema personal ni ético, es un tema donde tenemos que ajustarnos a lo que la legislación haya establecido”.
Agregó que “si éticamente o moralmente yo estoy a favor o en contra del aborto pasa a un segundo término… Sé que en algunos estados lo permiten, la interrupción legal del embarazo, sin embargo, nos tenemos que aplicar estrictamente a lo que mantiene la norma en el estado en que se esté dando éste”.
Referente a la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo Esquivel dijo que “habría que analizarlo y revisarlo con las instancias competentes si es conveniente o no para el menor, aquí siempre hay que privilegiar el interés superior del menor”, expresó.
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Celia Maya García
La segunda integrante de la terna para magistrada en la Suprema Corte, Celia Maya García, dijo que es preciso dar un viraje radical en la formas y recuperar la sencillez, sin que ello implique caer en la simpleza. Hacer resoluciones claras, cortas y sin redundancias, añadió.
Manifestó que debe hacerse una reforma al sistema de justicia para que accedan a ella todos los que la demanden, sin cortapisas ni pretextos, y sin adjetivos, evitando una justicia sacada de los anaqueles de los doctrinarios.
Señaló que la percepción social respecto de la Corte es preocupante, “porque expone su lejanía de las causas del pueblo”. Añadió que el ciudadano común no identifica a la Corte como un alto Tribunal de la Nación, que salvaguarde sus derechos, sino como un ente ajeno y, a veces, insensible a las demandas de justicia social.
Consideró que la Corte debe asumir –con mayor amplitud y cobertura– su capacidad de atracción de las causas que afectan a las colectividades para restaurar la justicia. Refirió que debe descartarse el molde y los criterios de la rancia justicia liberal individualista, para dar paso a una nueva etapa de la cultura de los derechos.
Referente a la pregunta relacionada con la adopción por parte de parejas del mismo sexo, la posible ministra manifestó su preocupación, ya que los niños que fuesen adoptados por estas personas, de acuerdo con ella, podrían resultar con una serie de afectaciones.
“A lo mejor ellos van a ser excelentes papás, no lo dudo, a lo mejor demuestran que tienen condiciones emocionales y todo, pero ¿cómo controlamos el entorno del niño? Me preocupa”, dijo.
Además prefirió no optar por una postura al respecto en ese momento, y agregó: “Un día que tenga el caso concreto tendremos que verlo y resolverlo, pero por hoy yo pienso en que definitivamente tenemos que pensar en el menor, cómo lo vamos a afectar. ¿Sus papás podrán quererlo tanto y ayudarlo a superar lo que pasa en el entorno exterior? No lo sé, tendrían que demostrarme en un expediente que tienen toda esa capacidad y que el niño puede vencer todas esas cuestiones a las que se va a enfrentar”.
Loretta Ortiz Ahlf
La última aspirante a integrar la Corte fue Loretta Ortiz Ahlf quien señaló que en caso de ser elegida su prioridad será sostener y promover una política de tolerancia cero frente a la corrupción, el tráfico de influencias y el nepotismo en todos los niveles del Poder Judicial y en los ámbitos de la administración de justicia.
Añadió que su principal mandato será combatir “el cáncer de la impunidad en nuestro país. México ya no puede posponer ni simular la justicia ni un solo día más”. También, adelantó, se conducirá de manera independiente, imparcial y objetiva.
Consideró de suma importancia contribuir a que el amparo sea un juicio eficiente y eficaz, que garantice los derechos de las personas, como lo establece el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos. En ese sentido, indicó que la reforma del 2011 en la materia, no implicó una apertura absoluta.
Si resulta electa dijo que se dedicará a la constante renovación progresista de los derechos fundamentales, de manera inclusiva, para cerrar las brechas de la desigualdad. Añadió que es una tragedia que haya una creciente normalización de la violencia entre los mexicanos. “La justicia ha sido la excepción y la impunidad, virtualmente, una garantía”, comentó.
En relación con las instancias infantiles, opinó debe respetarse la Convención de los Derechos del Niño, que establece que éstos tienen derecho a ser cuidados y, si los padres no pueden hacerlo, es una obligación fundamental del Estado hacerlo.
Referente al tema del aborto y la adopción entre personas del mismo sexo dijo que ya se ha emitido jurisprudencia, por lo que ella se abocará a las opiniones jurídicas que existen en la materia.
“Sobre interrupción del embarazo, me sujeto a lo que ha sostenido la SCJN… y como me voy a someter a las leyes, el sistema normativo y la jurisprudencia que es otra fuente de derecho, entonces tendríamos que estar en lo que dice la jurisprudencia, que son 12 semanas”, aseguró.
Igualmente respecto a la adopción homoparental destacó que se sujetará a las resoluciones que ha dado al respecto la Suprema Corte y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por lo que analizaría cada caso en particular anteponiendo ante todo siempre el interés superior del menor.
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