La castración química a los violadores y pederastas es una solución que el Gobierno de Ciudad de México quiere dar par prevenir y evitar las violaciones.
En sesión ordinaria del congreso de Ciudad de México, se propuso una iniciativa para implementar la castración química a violadores. El medico Carlos Francisco Fernández explica que esta propuesta que el congreso de la ciudad ha puesto a discusión es consecuencia de la cantidad de violaciones y de la impunidad que existe en el país.
Fernández asegura que es muy difícil rehabilitar a los pedófilos y violadores y existe un porcentaje alto de reincidentes en este delito.
En las últimas semanas, el gobierno de Claudia Sheinbaum se ha mostrado preocupado por la incidencia de agresiones a mujeres, en particular el aumento de feminicidios y la violencia sexual, pues cada día hay tres asesinatos de mujeres.
Carlos Francisco Fernández explica que la castración química consiste en el bloqueo funcional de las hormonas y sustancias que proveen el deseo sexual. Esos componentes hormonales se bloquean bajo condiciones estrictas que no necesariamente deben ser permanentes.
La tasa de violación de niñas y niños en México es de 1 764 por cada 100 mil, de acuerdo con el Instituto de Estadística y Geografía (Inegi).
Fernández asegura que según datos de la OSD, México es el primer lugar en abuso sexual infantil y el tercer país con mayor impunidad.
Según el Secretariado Nacional de Seguridad Pública, durante el primer semestre del 2019 se abrieron 25 277 carpetas de investigación sobre violencia sexual, 17% más que el año pasado, y los estados que encabezaron la lista fueron Veracruz, México y Puebla. Ciudad de México se ubicó en el lugar número 9.
El medico asegura que en algunos países de Latinoamérica este método es un tratamiento voluntario, mientras que en algunos estados de los Estados Unidos es una disposición legal.
En ese sentido, en algunos países de Latinoamérica se ofrecen como un tratamiento voluntario que se puede permutar por el encarcelamiento, pero en otros países, dependiendo de la gravedad de la falta, la castración química o quirúrgica es obligatoria.
En Argentina, la castración química se ofrece de manera voluntaria en casos de crímenes sexuales, como permuta de sentencias menos severas, y en los últimos años en Colombia y Perú se ha discutido el tema.
En diciembre del año pasado, Morena también había propuesto la castración química en el Senado de la República, además de reformar el artículo 225 constitucional para aumentar las penas a violadores, de 40 años a cadena perpetua; sin embargo, el tema sigue en revisión.
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