México vive un momento decisivo e histórico, en donde la reforma judicial, que forma parte de las reformas propuestas por Andrés Manuel López Obrador, amenaza la justicia y con ello la democracia, por lo que organizaciones, instituciones y la ciudadanía no ha parado de pronunciarse en contra y el clima en el país es sumamente tenso.
El pasado domingo, arrancó la LXVI Legislatura en el Congreso de la Unión con una mayoría calificada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y también iniciaron las especulaciones respecto a las votaciones de la reforma judicial en la cámara baja.
El mismo día, López Obrador dio su último informe de gobierno, a miras de entregar el poder el próximo 01 de octubre, mientras que miles de estudiantes y ciudadanos marcharon en varias ciudades del país en contra de la reforma judicial, que pretende modificar el Poder Judicial y opacar la autonomía del organismo, dejando al país desprotegido ante corrupción y abusos.
Tan solo el fin de semana pasado, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó que se contabilizaron 208 homicidios, lo que arrojó que Obrador cerrará su sexenio con cerca de 200 mil asesinatos, ocurriendo 95 muertes diarias y un deceso cada 15 minutos. La entidad más violenta según el SESNSP es Guanajuato, seguido de Baja California.
México vive un momento histórico, lleno de tensión y violencia
Al respecto de la tensa situación, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) por medio de sus redes sociales publicó un comunicado en el que llamaron al diálogo nacional y pidieron a los feligreses estar unidos en “estos tiempos desafiantes para nuestra nación” y aseguraron que el reto de gobernar es visibilizar y dar voz a las minorías sociales, políticas, religiosas y culturales que hay en México.
El documento fue firmado por Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM; monseñor Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca y secretario de la CEM; Luis Gerardo Moro Madrid, prepósito provincial de la Compañía de Jesús en México; José Luis Loyola, presidente de la Conferencia de Superiores mayores de Religiosos de México y Denisse Arana, secretaria Ejecutiva de la Dimensión Episcopal para los Laicos.
“Gobernar no es abandonar. Gobernar es no renunciar a la responsabilidad de garantizar el bienestar y la seguridad de cada persona en el territorio nacional”, indicó la Conferencia y recalcó que ante los altos índices de violencia e inseguridad en entidades como Guerrero, Chiapas, Michoacán y Guanajuato, es vital no abandonarlos.
La Conferencia llamó a que se atienda a cada minoría del país, a que se abran mesas de diálogo y de trabajo para que ciudadanía y autoridades trabajen de la mano; además, el organismo pidió al Ejército Mexicano y la Guardia Nacional y a la policía del país “asumir su responsabilidad y no abandonar a quienes están siendo vulnerados”.
Respecto a las reformas que infringen y dañan los derechos de la ciudadanía, la CEM llamó al gobierno a federal y a los poderes legislativo y ejecutivo a abrirse al diálogo plural, pidió “al Poder Judicial a defender el interés supremo de la Nación, del pueblo y de la legalidad” y a los gobiernos estatales y federales “imploramos detener esta violencia acabando con la corrupción en las fiscalías, en las cárceles y en las direcciones de seguridad”.
Finalmente, pidieron a los ciudadanos y a las iglesias incentivar la esperanza, la participación y la organización, las buenas prácticas de seguridad y justicia, y aseguraron que en la mirada incluyente y voluntad, se mostrará “de qué está hecho el gobierno próximo a tomar posesión”. “Que la Santísima Virgen de Guadalupe, nos guíe hacia un futuro de paz, justicia y fraternidad”, concluyeron.
Durante estos días, el futuro de México ha tomado un rumbo distinto y se ha comenzado a escribir la historia de la nación; sin embargo, es tarea del Congreso legislar a favor del país y de la democracia, y no en su contra con reformas que corrompan los valores de la nación. ¿Qué acciones esperas de los diputados y senadores respecto a la discusión de las polémicas reformas?
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