Pese a intentos de obispos de Guerrero por consensuar una tregua entre los grupos delictivos que pelean en la entidad y que han causado la muerte de decenas de personas, heridos y han hecho de la entidad un foco rojo, no hubo éxito, pues los distintos grupos priorizan el poder y dinero, sobre la paz y la vida de miles.
Con el objetivo de ayudar a reducir las cifras rojas de la delincuencia en Guerrero, los obispos de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga; Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta; Chilpancingo, José de Jesús González Hernández; y de Acapulco, Leopoldo González, mantuvieron reuniones con líderes de la delincuencia organizada.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y noviembre de 2023 en Guerrero hubo mil 555 homicidios dolosos, 4.6 muertes al día. Además, los ataques a conductores de transporte están descontrolados y Crisis Group estima que cerca de 40 grupos delictivos operan en Guerrero.
José de Jesús González Hernández informó que aunque las reuniones se mantuvieron por separado y se escuchó y conversó con los distintos líderes criminales, ellos pusieron sus reglas y condiciones. Además, priorizaron el poder, el dinero y los territorios que previamente ya habían ganado, por lo que no pudieron llegar a ningún acuerdo.
“No lo sueltan, les ha costado vidas, les ha costado trabajo, les ha costado dizque que ganárselos y no lo sueltan. Entonces aquí sí tenemos que buscar otras maneras de ofrecer esta mediación”, aseveró González Hernández y recalcó que la violencia en la entidad se ha desbordado y afecta a miles de familias de la región.
Los obispos explicaron que aunque los crímenes no los han golpeado en carne propia, si han arrebatado las vidas de decenas de personas de sus iglesias, pues “nos han matado a padres de los acólitos, encargados de adoración nocturna, mayordomos, catequistas”; sin embargo, aseguraron que seguirán trabajando por concretar la paz.
Seguridad en Guerrero es tarea de las autoridades
“Creemos que el gobierno tiene la solución, ellos tienen también el poder, ellos tienen los recursos, tienen los medios, pero parece que nos han dejado”, aseguró González Hernández y agregó que aunque por parte de la iglesia haya esfuerzos por contener la situación, las autoridades tienen el deber de controlar la situación.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, previo a la reunión de los obispos con los líderes de la delincuencia, apoyó las acciones de la Iglesia, pues recalcó que todos deben apoyar la búsqueda de la paz en el país, pero subrayó que es responsabilidad del Estado asegurar la paz y tranquilidad de los ciudadanos.
Sin embargo, pese a declaraciones del mandatario y en su último año en el mandato, la violencia en Guerrero lejos de bajar ha incrementado, pasando de 3.7 homicidios al día a 4.6, según el SESNSP y en 2022, Guerrero se posicionó como la sexta entidad más violenta de la República Mexicana.
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