Otra enorme derrota de Claudia y triunfo de la ciudadanía, finalmente la ciudadanía chilanga le plantó cara a la corrupción y al manejo faccioso de la justicia por parte de Claudia y su fiscal carnala Ernestina Godoy.
Como platicamos aquí hace algunos meses gracias a una nota de Animal Político está documentado que durante su gestión había aumentado el rezago de expedientes en más de 60 por ciento, pero lo más grave era la impunidad documentada de 99 por ciento.
La señora y su equipo solo lograban una sentencia de cada 100 investigaciones abiertas por su fiscalía, “una de cada 100”, pero eso sí, durante los años de su gestión se dedicó a perseguir implacablemente a todo contrincante político que Claudia y ella considerarán peligroso o latoso.
Gracias a una rigurosa investigación del New York Times nos enteramos de que además es espía, y espía a contrincantes políticos, no encarcela a más de uno de cada 100 delincuentes a los que investiga formalmente, pero cómo jode a todo aquel que le incomoda a Claudia, es decir Claudia y Ernestina decidieron abandonar a la ciudadanía para dedicar todo el poder de la fiscalía a la persecución política de adversarios.
No, no es opinión mía, es dato duro, por eso era absolutamente inviable su ratificación. Además de que ya sabemos que plagió su tesis de licenciatura, aunque intentaron de todo, desde amenazas burdas y abiertas, argucias legales, intentos de secuestro del Congreso local, manifestaciones a modo, y todo tipo de acosos a diputados de oposición, pero nada funcionó y Ernestina cayó, pero su caída es un triunfo de la ciudadanía chilanga.
No quiero menospreciar el valor de los diputados locales que valientemente le negaron la ratificación, pero esa es su chamba la de representar los intereses de todos, y les agradecemos su valor e integridad. El triunfo es de organizaciones y ciudadanos de a pie que no solo documentaron y denunciaron su corrupción y abuso, sino que le dieron seguimiento puntual a las actuaciones de todos los diputados de oposición y no para que nadie se escapara de su responsabilidad.
Otra vez, sin pretender dejar fuera a nadie que empujó esta necesaria caída de una funcionaria que abusa del poder quiero hacer mención de tres valientes mujeres que ponen el tono y el ejemplo de lo que se necesita para hacer desde la sociedad civil, para provocar la voluntad política que no sale sola. Primero las valientes Lourdes Mendoza y Alessandra Rojo de la Vega que no se han cansado de exponer la corrupción y los abusos de la fiscal y su gente. Sin esa exposición hubiera sido muy fácil manipular a la opinión pública y dejarla en su cargo.
También merece reconocimiento Ana Lucia Medina que desde las redes sociales se ha encargado de generar una nueva forma de marcación personal para políticos que cada vez ven más difícil escabullirse de su responsabilidad.
Esta es la nueva política de verdad, la política ciudadana, nosotros ciudadanos en conjunción con partidos, marcando la agenda y cambiando el rumbo del país. ¡Sí se puede!
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