La Iglesia Católica, a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), pidió al gobierno reconsiderar seriamente el aumento al precio de los combustibles, por ser una medida que afecta a todo el país, especialmente a los más pobres.
“Sabemos que la problemática es difícil, tanto a nivel interno como en el ámbito internacional, pero lo es más la problemática del pueblo”, remarcó.
Luego de apuntar que el papel de la Iglesia es acompañar al pueblo a expresar su inconformidad, Monseñor Alfonso Miranda Guardiola, Secretario General de la CEM y vocero del Episcopado Mexicano, exhortó también a los ciudadanos a encauzar por medios pacíficos, creativos y respetuosos de la ley su descontento y su malestar. “Nunca la violencia, el vandalismo, el saqueo o la afectación a las vías de comunicación serán el camino”, advirtió.
Se pronunció por evitar la confrontación estéril y la anarquía, pues estas conductas no resuelven los grandes problemas del país, sino que dividen aún más a la Nación. Es por ello urgente construir lazos solidarios verdaderos que promuevan el diálogo, la confianza y la certidumbre, subrayó.
Reveló que a través de los conductos eclesiásticos les llegó el malestar que hay en muchos lugares del país, por lo que “alguien tiene que ser sensible”, porque “es una situación grave que hay que atender”.
En este sentido, manifestó que las autoridades deben “ser sensibles a las necesidades cotidianas de la gente, y ser conscientes de las consecuencias de esta medida gubernamental”, por lo que llamó especialmente al Poder Ejecutivo y Legislativo, “a mirar desde abajo y no solamente desde arriba”.
“No es correcto imponer leyes sin tomar en cuenta la realidad y el sentir que vive la gente, sobre todo los más desamparados”, sentenció.
Y en alusión a quienes están realizando bloqueos, dijo que la violencia genera violencia, destrucción; y pidió no exponer ni atentar contra la integridad de ninguna persona, ni la paz social. Les demandó ser sensibles con quienes están siendo doblemente afectados, por ejemplo: los que no pueden llegar a sus trabajos, hospitales, escuelas, o no pueden abrir sus comercios, o están siendo saqueados.
Monseñor Alfonso Miranda recordó el reciente Mensaje del Papa Francisco, el pasado 1º de enero, sobre la Jornada Mundial de la Paz, que en su numeral 6, dice: “Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslas de forma constructiva y no violenta, de manera que las tensiones y los opuestos puedan alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida conservando las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna”, ya que la unidad es superior al conflicto (Cfr. Evangelii Gaudium, No. 228).
“La disposición para construir la paz y el bien común entre nosotros, es la mejor forma de fortalecer nuestra unidad”, concluyó el vocero del Episcopado Mexicano.
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