Introducción
El sector empresarial en México enfrenta uno de los momentos más desafiantes en décadas. La combinación de una desaceleración económica, inflación persistente, incertidumbre política y una falta de incentivos gubernamentales ha puesto en riesgo la estabilidad de miles de empresas, grandes y pequeñas.
El presidente de Coparmex, Juan José Sierra, ha sido contundente:
“No podemos seguir en esta dinámica de incertidumbre y falta de diálogo. El empresariado mexicano necesita reglas claras, estabilidad y un compromiso real del gobierno para generar crecimiento“.
Pero, ¿qué soluciones hay? La respuesta puede encontrarse en la historia reciente: la Nueva Cultura Laboral, un modelo que en los años 90 trajo estabilidad y crecimiento al país. Ahora, ante esta crisis, es momento de dar el siguiente paso.
Contexto actual del sector empresarial
México cerró 2024 con un crecimiento económico menor al esperado. De acuerdo con el Banco de México, la economía se expandió solo un 0.6%, en contraste con la proyección inicial del 1.2%. La incertidumbre sobre los aranceles de EE.UU. y la caída en la inversión han golpeado con fuerza la actividad productiva.
El mayor impacto se ha sentido en las pymes, que representan el 95% de las empresas en México y generan más del 70% del empleo. Sin embargo, problemas estructurales como la falta de financiamiento, la sobrecarga fiscal y la burocracia han hecho que cada vez más negocios cierren sus puertas.
Alejandro Malagón Barragán, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN), ha destacado constantemente que la industria manufacturera mexicana enfrenta un entorno altamente retador y alarmante. Ha comentado que aunque la industria manufacturera es un motor clave para el crecimiento económico del país, representando el 20.2% del PIB total y empleando a 9.78 millones de personas, enfrenta desafíos significativos debido a la inseguridad, la violencia, la corrupción y la impunidad. Malagón enfatizó la necesidad de abordar estos problemas para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece el nearshoring y fortalecer la competitividad de la industria mexicana.
Impacto de la crisis: inversión en pausa y empleos en riesgo
Uno de los efectos más preocupantes de la crisis ha sido el desplome de la inversión. Según cifras del Consejo Mexicano de Negocios, cerca de 60,000 millones de dólares en proyectos de inversión se encuentran detenidos debido a la incertidumbre política y económica2.
Esto ha tenido un impacto directo en el empleo. La tasa de desempleo ha subido del 3.2% en 2023 al 4.5% en 2025, afectando principalmente a sectores industriales y comerciales.
El economista Luis de la Calle, exsubsecretario de Economía, señaló en entrevista:
“La confianza empresarial está en su nivel más bajo en 15 años. Sin inversión, no hay empleo. Y sin empleo, no hay crecimiento.”
¿Qué necesita el sector empresarial para sobrevivir?
Para salir de esta crisis, los empresarios han identificado tres áreas clave que requieren atención urgente:
- Acceso a financiamiento: Coparmex ha insistido en la necesidad de crear un programa de créditos accesibles para pymes, similar al que existió en 2009 para mitigar los efectos de la crisis financiera global.
- Menos burocracia y mayor certeza jurídica: Las trabas regulatorias y los cambios abruptos en las reglas del juego han desalentado la inversión. Empresarios han pedido al Congreso garantizar estabilidad en políticas económicas y fiscales.
- Capacitación y modernización: La digitalización es clave para la competitividad, pero muchas PyMEs no tienen acceso a tecnología y formación para adaptarse. Programas de capacitación serían esenciales para su recuperación.
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Independientes (ANEI), Fernando Luna Rodríguez, fue claro:
“Sin políticas públicas que impulsen la competitividad, las empresas no podrán sostenerse. Necesitamos un gobierno que entienda que apoyar a las empresas es apoyar a los trabajadores.”
La única salida: Renovar el pacto entre empresarios y trabajadores
Frente a este panorama, surge una alternativa probada: la Nueva Cultura Laboral. Este modelo, impulsado en los años 90 por Carlos Abascal Carranza (Coparmex) y Fidel Velázquez (CTM), permitió un diálogo social efectivo que trajo paz laboral, estabilidad económica y crecimiento del empleo.
Hoy, expertos coinciden en que es momento de actualizar este pacto para enfrentar los nuevos desafíos.
El líder sindical Carlos Aceves del Olmo (CTM) expresó:
“El sindicalismo moderno debe ser un aliado del empresariado. Solo juntos podemos construir soluciones que beneficien a trabajadores y empresas.”
Por su parte, Coparmex ha propuesto la creación de un Consejo Nacional de Diálogo Social, donde empresarios, sindicatos y gobierno definan estrategias conjuntas para fortalecer el empleo y la inversión.
Llamado a la acción
El futuro del sector empresarial no puede quedar a la deriva. Gobierno, empresarios y trabajadores deben actuar juntos para generar condiciones que permitan el crecimiento.
Si en los años 90 se logró construir un modelo que garantizó estabilidad y crecimiento, ¿por qué no replicar ese éxito hoy?
El presidente de Coparmex lo sintetiza:
“Empresas fuertes significan empleo, innovación y crecimiento. La única manera de lograrlo es sentándonos a la mesa, como lo hicimos hace 30 años, con un solo objetivo: construir el México que nos merecemos.”
Conclusión
El mundo empresarial mexicano necesita ayuda urgente. Si no se toman medidas ahora, el país corre el riesgo de entrar en un periodo prolongado de estancamiento y desempleo.
Renovar el pacto entre empresarios y trabajadores, bajo los principios de la Nueva Cultura Laboral, es la única salida para garantizar un crecimiento sostenible y equitativo.
La historia ha demostrado que el diálogo y la cooperación son la mejor herramienta para superar crisis. Es momento de que México apueste por ello nuevamente.
1: El País, 2025.
2: Forbes México, 2025.
Te puede interesar: La vida del papa Francisco peligra
Facebook: Yo Influyocomentarios@yoinfluyo.com
