El Banco de México mantuvo su pronóstico de crecimiento entre 2 y 3% para el presente año, lo que está en línea con el pronóstico oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) según el informe trimestral de inflación que fue presentado este día.
El Banco Central destacó que para enfrentar los retos de corto y mediano plazo de la economía en nuestro país, “es necesario propiciar acciones que promuevan una mayor productividad en la economía”.
El informe indica que las acciones de política monetaria que se han venido implementando para mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazo, aunadas al cumplimiento de las metas fiscales en 2017 y al compromiso de hacerlo en 2018, así como a la resiliencia que ha mantenido el sistema financiero, han contribuido a que la economía mexicana esté en mejor posición para enfrentar posibles escenarios adversos.
Señaló que en el cuarto trimestre de 2017 la economía mexicana registró una importante expansión, impulsada especialmente por el desempeño de los servicios. El consumo privado continuó registrando una tendencia positiva, si bien con indicios de una cierta desaceleración. Mientras que la inversión siguió exhibiendo una trayectoria negativa.
Asimismo, menciona que las cuentas externas han revertido sus tendencias de mediano plazo y actualmente la balanza petrolera es deficitaria y la no petrolera mostró un superávit en 2017.
En cuanto a la inflación, Banxico menciona que el año pasado estuvo fuertemente influida por una serie de choques de magnitud considerable, tanto internos como externos. Señaló que la depreciación de la moneda impactó en los incrementos en los precios de algunos energéticos como gasolinas y gas L.P., lo que también repercutió en el aumento de las tarifas de autotransporte y productos agropecuarios.
Con lo que respecta a la inflación subyacente ha presentado una ligera tendencia a la baja, aunque la velocidad a la que ha disminuido pudiera estar afectada por la posición cíclica de la economía.
En torno a la política monetaria, la institución señala en su informe que si bien durante el cuarto trimestre de 2017 el peso se depreció e incrementó su volatilidad, desde principios de enero ha mostrado una ligera apreciación. Ello, aseguró, está asociado, entre otros factores, a las acciones de política monetaria, así como a cierta mejora en las perspectivas para las negociaciones del TLCAN y a la debilidad generalizada del dólar.
Al considerar los riesgos de crecimiento para el país, Banxico menciona que sigue representado una preocupación “que se resuelva la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN, de modo que se reactive la inversión, posiblemente incluso en sectores antes no incluidos en el Tratado; así como que la implementación de las reformas estructurales produzca resultados superiores a los esperados”.
Sobre los riesgos para el escenario de la inflación, el banco central aseguró que “ante la presencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, de ser necesario la política monetaria actuará de manera oportuna y firme para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y lograr la convergencia a su meta de 3 por ciento.
