La evolución de la actividad económica es congruente con una paulatina reanimación de la dinámica productiva, aunque esta continúa siendo frágil, asimétrica y con una tendencia a ser más lenta en el futuro inmediato.
A pesar de que la tendencia de la actividad económica en México sigue en ascenso, la reanimación es titubeante y, en el margen, parece estar debilitándose, aseguró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) al presentar el resultado de la medición de sus Índices Manufacturero y No Manufacturero correspondientes al cierre de noviembre.
“La evolución de la actividad económica es congruente con una paulatina reanimación de la dinámica productiva, aunque esta continúa siendo frágil, asimétrica y con una tendencia a ser más lenta en el futuro inmediato. La persistente debilidad de la inversión fija bruta, la producción industrial y el consumo privado, aunado a la incertidumbre sobre la mejora de la pandemia, continúan sugiriendo que la economía mexicana se contraerá en -9 por ciento en 2020, siendo la peor recesión observada desde 1932”, menciona el reporte.
Por otro lado, no descartó que ante el empeoramiento de la pandemia se tomen medidas restrictivas y un nuevo confinamiento, lo que previó que tendrían un impacto adverso sobre la actividad económica.
Por otra parte, la perspectiva del repunte en 2021 ha mejorado marginalmente: se anticipa un aumento en el PIB de 3.1 por ciento durante ese año. La pronta disponibilidad de una vacuna contra el COVID-19 podría mejorar las perspectivas.
En su análisis, el IMEF abundó que el comportamiento del sector manufacturero después de presentar un fuerte repunte hace algunos meses, en noviembre mostró una corrección a la baja a pesar de que su tendencia sigue siendo ascendente. Además, señaló que durante noviembre el sector no manufacturero mostró una mejora y su tendencia también es ascendente. Con las cifras ajustadas por estacionalidad de noviembre, ambos indicadores se ubicaron en zona de contracción, observándose que sus tendencias de ciclo se acercan al umbral de los 50 puntos.
En su análisis de coyuntura, el IMEF indicó que a consecuencia de la pandemia por COVID-19, la economía mexicana sufrió contracciones históricas durante abril y mayo y a partir de junio observó una paulatina reactivación en diversos sectores; sin embargo, reconoció que aún está lejos la recuperación de los niveles de prepandemia.
Destacó que la inversión fija bruta, el consumo privado interno y la producción industrial, que son variables claves para la economía del país, sufrieron desplomes durante la primera mitad del año, aunque de acuerdo a los datos más recientes disponibles, es factible observar una reanimación de estos indicadores al mostrar una desaceleración de las caídas que venían observando.
En lo que corresponde al entorno global, el reporte del IMEF considera que la cercana confirmación definitiva del triunfo electoral de Joe Biden como presidente de la Unión Americana deberá aminorar la incertidumbre y volatilidad en los mercados.
En cambio, el IMEF dijo que en el entorno global entre los principales retos globales en el futuro inmediato destaca el lograr controlar la pandemia.
Además, mencionó que la confirmación definitiva del triunfo electoral de Joe Biden en Estados Unidos deberá aminorar la incertidumbre y volatilidad en los mercados.
Asimismo, comentó que se identifican otros problemas como los elevados niveles de endeudamiento en muchas economías del mundo, un agravamiento de los conflictos geopolíticos y sociales en diversas regiones y la posibilidad de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea se dé sin un acuerdo comercial.
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