Las fuentes de energía y combustibles pueden diversificarse a la descarbonización y aprovechar la infraestructura instalada para el procesamiento.
La dependencia hacia los hidrocarburos fósiles en México va a ser persistente a mediano plazo, aunque sería importante ir introduciendo al mercado combustibles alternativos, aseguró Víctor Suárez Toriello, investigador del Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas de la UAM.
Durante su participación en el ciclo de conferencias (Bio)Combustibles, energías alternativas y movilidad ¿inofensivos, económicos y útiles?, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el doctor en Ingeniería Química por la UAM-Iztapalapa expuso que existe una variedad de carburantes para la movilidad.
Entre los que se encuentran la gasolina y el diésel, los cuales son convencionales, y gas natural, gas licuado de petróleo, biocarburantes (bioetanol, biodiésel y biogás), hidrógeno y electricidad, que son alternativos, indicó.
Suárez Toriello dijo que las fuentes de energía y combustibles pueden diversificarse a la descarbonización y aprovechar la infraestructura instalada para el procesamiento, transporte y uso de carburantes convencionales, adaptándolos para sus nuevas generaciones.
“Hay que tener conciencia de que no puede sustituirse totalmente la gasolina, pero sería preciso analizar los contextos, debido a que habrá lugares en donde no puedan implementarse determinadas tecnologías o autos eléctricos”, expresó.
El académico de la UAM-Iztapalapa dijo que México cuenta con seis refinerías construidas, una en desarrollo y otra recientemente adquirida, que estas plantas industriales dedicadas a la transformación de materias primas complejas en productos más ligeros mediante distintos tratamientos físicos y químicos, sostuvo que “nuestro país cuenta con la infraestructura necesaria y existe un equilibrio con las tecnologías que se adquieren en el extranjero”.
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