El Imco propone que el incremento en los días de vacaciones pagados se acompañe de medidas como reducir otros costos de la formalidad para las empresas y la inversión en desarrollo de habilidades para fortalecer el talento.
El dictamen en materia de vacaciones dignas aprobado por la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado impulsa mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores formales del país y puede propiciar el aumento de la productividad; pero sólo beneficiaría a la mitad de la población ocupada, además de que generaría mayores costos asociados al empleo formal, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
“Es posible que más días de descanso, además de incrementar la calidad del empleo de los mexicanos, ayuden a que los trabajadores sean más productivos, pero se requiere también que los costos asociados a este cambio no sean demasiado elevados y contraproducentes, para que no se generen desincentivos a la formalidad”, advierte el Imco en un análisis.
Esta es la primera vez desde su expedición en 1970 que se busca modificar el artículo 76 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), y de aprobarse tal y como se encuentra ahora, pretende acercar a México a niveles de vacaciones en países como Turquía (14 días), Chile (15 días) o Colombia (15 días), y lo alejaría del penúltimo lugar en el que se encuentra actualmente entre los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo después de Estados Unidos que no cuenta con vacaciones pagadas establecidas en la ley.
Aunque se amplíe el periodo de días de descanso para los trabajadores formales, México seguirá lejos de los 30 días promedio de vacaciones que ofrecen los países de la OCDE, pero sería un buen avance en el mejoramiento de las condiciones laborales, revela el informe.
El análisis recuerda que México es el país de la OCDE donde se trabaja más horas al año y a su vez es el país menos productivo. “En el país se trabajan dos mil 128 horas anuales, 24 por ciento más tiempo que el promedio de los países miembro de la organización, lo cual no se refleja en el Producto Interno Bruto (PIB), que está por debajo del promedio de la OCDE”, resalta.
Según el IMCO entre los beneficios que generarían el aumento del periodo vacacional sería el de contribuir a un mejor balance entre el trabajo y la vida personal al dar más tiempo libre y de descanso a los trabajadores mexicanos, que podrían ver mejoras en su desempeño laboral.
En contra parte, se aumentarían los costos asociados al empleo formal porque las primas vacacionales tendrán que incrementarse y, por otro lado, las empresas tendrán que reorganizar sus operaciones para suplir al personal que se encuentre en descanso.
En este sentido, el análisis resalta que se debe poner atención también a los requerimientos que tienen las empresas para permanecer o transitar hacia la formalidad, así como a las alternativas que tienen para incrementar su productividad laboral, como la adopción de nuevas tecnologías y el desarrollo de habilidades.
Asimismo, menciona que la reforma tiene sus limitaciones, ya que no permearía en todo el mercado laboral. La propuesta implica un cambio a las prestaciones establecidas en la LFT y beneficiaría a quienes se emplean en la formalidad. En este sentido, mencionó que al segundo trimestre de 2022, se registraron 57.4 millones de trabajadores, de los cuales 44 por ciento se emplean de manera formal y tienen acceso a prestaciones laborales, como las vacaciones pagadas. El resto trabaja en la informalidad y la propuesta no implicaría ningún cambio en sus condiciones laborales.
Con el objetivo de mejorar las condiciones laborales y propiciar el aumento de la productividad laboral, sin desincentivar la generación de empleo formal, el IMCO propone que el incremento en los días de vacaciones pagados se acompañe de medidas adicionales, como reducir otros costos de la formalidad para las empresas y la inversión en desarrollo de habilidades para fortalecer el talento.
Aún más, se debe mejorar la calidad del empleo en la formalidad por medio de la implementación de políticas vida-trabajo, que incluyan horarios flexibles y permisos de paternidad, señaló el IMCO.
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