Es impreciso afirmar que la tasa real de desempleo en México corresponde al tres por ciento de la cifra de desocupación de la Población Económicamente Activa (PEA) dada a conocer recientemente por el Inegi, toda vez que dentro de este dato no se consideró a las personas disponibles que no buscaron trabajo y por lo tanto carecen del mismo y las cuales sumadas a la cantidad de desocupación dan un total de 11 por ciento, que corresponde a 7.2 millones de personas, revela el nuevo reporte del Observatorio del Trabajo Digno, de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, “Desempleo al desnudo”.
“La suma de estos dos grupos, los desocupados y los disponibles son 7.2 millones de personas, el 11 por ciento de las personas en edad de trabajar que forman, en realidad, el ‘desempleo completo’. Ni uno ni otro tuvo trabajo remunerado en el momento en que se hizo la encuesta, a pesar de que sí están en condiciones de ocuparse, aclara el informe.
“Es obvio que el desempleo en México es mayor al tres por ciento. Con datos oficiales nuestro reporte cuestiona la percepción errónea sobre las dimensiones reales del desempleo en México. De hecho, incluimos un análisis de lo sucedido durante los primeros meses de la pandemia, 13 millones de personas dejaron de trabajar y la desocupación no sube, lo que pasó es que esas personas quedaron ‘disponibles’ pero obviamente en esas semanas no salieron a buscar empleo”, explicó Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
El estudio que analiza las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente al cuarto trimestre de 2022, señala que de un universo de 60.1 millones de personas que conforman la PEA, 1.8 están desocupadas, lo que representa el tres por ciento, lo que significa que son personas que en el momento de levantar la encuesta, dijeron que durante la semana previa en que se les preguntó, no laboraron ni una sola hora en el mes anterior y buscaron activamente trabajo en la semana anterior a la encuesta.
“Pero, además, hay otro grupo de 5.4 millones de personas, que están disponibles para trabajar, y la única diferencia es que no buscaron trabajo en esa misma semana previa, la gran mayoría porque creen que no podrán encontrarlo”, advierte el informe.
El estudio observa que con base en los datos de la ENOE, las mujeres representan el 41 por ciento de la PEA, pero sumando las desocupadas más las disponibles, aportan el 61 por ciento del desempleo.
En el caso del sector femenino, la tasa de desempleo real es de 15.7 por ciento. Tomando en cuenta el desempleo completo, de 7.2 millones de personas desempleadas, casi 4.4 millones de ellas son mujeres.
Para el caso de las personas jóvenes (de 15 a 29 años de edad), representan el 28 por ciento de la PEA, pero al conjuntar los desocupados más los disponibles, aportan el 43 por ciento del desempleo.
En este caso, de los que están en posibilidad de trabajar, la tasa real de desempleo es de 16.1 por ciento. En números, son tres millones 75 mil personas jóvenes.
El reporte hace notar que fuera de las cifras de la PEA hay, además, 16.4 millones de personas en edad de trabajar pero que se consideran “no disponibles”, de ellas el 95 por ciento, 15.6 millones, son mujeres; no pueden salir a buscar trabajo porque realizan labores de cuidado y domésticas, sin remuneración.
“Estas mujeres están excluidas del mundo laboral y se les ubica en la población no económicamente activa (PNEA), aunque son esenciales para el funcionamiento de los hogares y de la economía. Por eso es indispensable el sistema nacional de cuidados” añadió Paulina Gutiérrez, del equipo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
El estudio muestra que sobre la composición de la PEA y la PNEA, así como un análisis de la población productiva potencial (PPP) que suma 81 millones 580 mil personas, de las cuales sólo están ocupadas 58 millones 349 mil.
Según el estudio las entidades con mayor tasa de desempleo son Tlaxcala, con 17.5 por ciento; Durango con 15.8 por ciento; Sinaloa con 14.9 por ciento; Ciudad de México con 14.6 por ciento, y Guanajuato y Morelos con 14.4 por ciento cada uno. En cuanto a los estados con menores índices de desempleo están: Baja California Sur y Guerrero con 5.4 por ciento, cada uno; Jalisco con 6.1 por ciento; Yucatán con siete por ciento y Quintana Roo con 7.3 por ciento.
“Exclusión y precariedad son dos caras de la misma moneda que producen pobreza. Sin cambios de fondo en el sistema laboral para incluir a millones de personas, en especial, mujeres y jóvenes y para garantizar salario suficiente, la pobreza seguirá afectando alrededor de la mitad de la población, como sucede desde hace 30 años”, concluye Gómez Hermosillo.
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