El cierre de la red de pagos del Banco del Bienestar en el mercado de remesas puede afectar más a los hogares en zonas rurales y semirurales, ya que sus habitantes deberán trasladarse a lugares donde se ofrezca el servicio, lo que implicará que desembolsen más recursos para desplazarse a otros municipios y centros urbanos, señala un análisis de BBVA.
En 2022, indica el reporte, el 36.5 por ciento de las remesas pagadas por el Banco del Bienestar se entregaron a través de sus sucursales y el restante 63.5 por ciento a través de instituciones de Ahorro y Crédito Popular y Cooperativo. Además, las sucursales del Banco del Bienestar y su red de corresponsales tenían una cobertura de 935 municipios en 2021, algunos de estos eran la única institución que ofrecía servicios financieros y de liquidación de remesas, destaca.
Con respecto al desembolso que implicó para quienes se vieron en la necesidad de transportarse a otra localidad para cobrar el dinero que les fue enviado desde el extranjero, estimaciones de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) que data de 2015, elaborada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que 53.4 por ciento de las personas gastaron de uno a 50 pesos en el traslado de ida y vuelta para cobrar las remesas, mientras que a 14.8 por ciento les costó de 51 a 100 pesos, y al 7.2 por ciento más de 100 pesos.
El estudio apunta que con la salida del Banco del Bienestar del mercado de las remesas, en especial con las transferencias realizadas a través de las instituciones de Ahorro y Crédito Popular y Cooperativo, es posible que se presenten cambios en la intensidad del pago de estos recursos en toda la República Mexicana, aumentando la concentración en algunos municipios y centros urbanos con puntos de pago.
En opinión de BBVA “la logística para organizar a las personas para recibir micro transferencias de dinero, que en promedio oscilan entre los 300 y 400 dólares por operación en las remesas, es muy compleja e ineficiente. Es muy probable que las personas vinculadas a actividades ilícitas tengan medios más sofisticados para transferir recursos”.
En febrero el país recibió cuatro mil 348 millones de dólares por concepto de remesas familiares, lo que significó un aumento de 11.2 por ciento a tasa anual, de acuerdo a la cifra más reciente dada a conocer por Banco de México.
De esta manera, las remesas a México acumulan una racha de 34 meses consecutivos al alza desde mayo de 2020. En el mes de febrero se registraron 11.6 millones de operaciones para el envío de estos recursos. La remesa promedio fue 375 dólares, muy cercana a lo recibida en el pasado mes de enero y en febrero de 2022, pero por debajo de lo observado de marzo a diciembre del año pasado, cuando se ubicó en 393 dólares por operación en promedio.
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