El empleo formal no garantiza a millones de trabajadores obtener suficientes ingresos para superar su condición de pobreza toda vez que el monto de su salario no les alcanza para cubrir el costo de dos canastas básicas, aseguró Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Al dar a conocer el “Reporte temático número uno” de la serie “Salarios bajo la lupa”, precisó que del total de empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al cierre del año pasado, el 45 por ciento, que corresponde a nueve millones 598 mil personas, no les alcanza para comprar dos canastas básicas y por lo tanto su sueldo no les permite dejar de ser pobres.
De acuerdo al análisis “La precariedad invaden la formalidad“, el 53 por ciento de los casi 10 millones de personas insertas en la formalidad que ganan salarios precarios, se desempeñan como empleados en medianas y grandes empresas, ya sea en fábricas, almacenes, tiendas departamentales, corporativos o consorcios.
Gómez Hermosillo hizo notar que la pobreza y precariedad laboral suele asociarse únicamente con la informalidad o el subempleo; sin embargo, aseguró que también existe en buena medida en la economía formal y que esta situación se presenta prácticamente en todo el territorio nacional.
En este sentido, detalló que en ocho estados, que equivalen a una cuarta parte de las entidades del país, el salario insuficiente afecta a más del 55 por ciento de los trabajadores formales y los lugares con los más altos porcentajes son Sinaloa, donde afecta al 62.6 por ciento; Guerrero, al 61.7; Oaxaca, 60.9; Durango, 58.5; Chiapas, 56.6; Tlaxcala y Michoacán al 56.2 por ciento y Nayarit, al 55.3.
Rogelio Gómez insistió en la creencia común sobre que el empleo formal garantiza superar la pobreza, pero al no ser cierto consideró preciso desmitificar esta percepción errónea.
En este sentido señaló que Acción Ciudadana Frente a la Pobreza ha insistido a los grupos empresariales que no basta pagar el salario mínimo (ocho mil 600 pesos mensuales) o poco más, pues si no alcanza para dos personas, no puede ser suficiente para una familia, y por lo tanto “no puede haber responsabilidad social empresarial si los bajos salarios producen pobreza”, sentenció.
Explicó que un ingreso menor al costo de dos canastas básicas es insuficiente para superar la pobreza, pues el tamaño promedio de los hogares en México es de 3.6 personas con 1.6 perceptores de ingreso por hogar. Por tanto, cada perceptor de ingreso tiene poco más de una persona dependiente a su cargo.
“El principio es muy claro: el salario debe ser suficiente para mantener a quien trabaja y a su familia. Así lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos y nuestra Constitución. Por lo tanto, el salario debe alcanzar para mantener al menos a dos personas, quien trabaja y una más”, sostuvo.
Un salario suficiente para comprar dos canastas básicas, explicó, es el umbral mínimo indispensable de ingreso familiar. Es sólo un primer paso para contribuir a que una familia comience a superar su condición de pobreza. Y de ahí la propuesta a los organismos empresariales de garantizar salario suficiente ya (ocho mil 600 al mes). Y a partir de ahí, avanzar hasta lograr “ingreso digno” (que puede ser de más de 10 mil pesos al mes).
Mientras el trabajo siga siendo precario, afirmó Gómez Hermosillo, producirá pobreza, en lugar de ser la puerta de salida, y los cambios en los niveles de la pobreza en México seguirán siendo marginales.
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