En el mercado laboral es una de las mayores preocupaciones en la región de América Latina y el Caribe, en tanto que la expectativa para 2020 es que haya 21 millones de mujeres desocupadas, 8 millones más que en 2019.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que en el mes de abril la tasa de desempleo entre la población económicamente activa alcanzó 43% para las mujeres, mientras para los hombres fue 23.5%, por lo que es importante que el Estado y las empresas favorezcan el desarrollo económico y social para disminuir los efectos de la crisis.
Alicia Girón González, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, refirió que ante la crisis económica mundial y para enfrentar los retos de mejor manera se necesita que los gobiernos y las empresas inviertan en las mujeres, en su educación, en su economía y en su bienestar.
Durante su participación en la videoconferencia: “Nueva Normalidad más solidaria, justa, feminista, local, igualitaria”, que realizó el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la investigadora de la UNAM dijo que, si en México se incorporara a las mujeres al mercado laboral en igualdad de condiciones con los hombres, se generarían más de 240 mil millones de pesos adicionales en la economía nacional cada año, cifra similar al PIB anual de los estados de San Luis Potosí, Chiapas o Hidalgo.
“La pandemia ha afectado a las mujeres de forma diferenciada y en el tema económico así lo demuestran estos datos, por lo que el panorama para las mujeres es incierto si no actuamos adecuadamente. Tenemos la oportunidad de invertir para capacitar a las mujeres para incrementar sus habilidades y así puedan tener un incremento salarial conforme a su trabajo, esfuerzo y capacidad”, puntualizó Nadine Gasman Zylbermann, presidenta de Inmujeres.
En el foro también participó, Alicia Bárcena Ibarra, secretaria ejecutiva la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien expresó que la crisis por COVID-19 está profundizando problemas y nudos estructurales existentes en la división sexual del trabajo, los patrones culturales patriarcales, la desigualdad socioeconómica y la pobreza, en donde la ampliación de la brecha de género en el mercado laboral es una de las mayores preocupaciones en la región de América Latina y el Caribe, en tanto que la expectativa para 2020 es que haya 21 millones de mujeres desocupadas, 8 millones más que en 2019.
Además, alrededor de 118 millones de mujeres de la región se encontrarán en situación de pobreza (37.4%). “Más de la mitad de las mujeres están ocupadas en sectores de alto riesgo de ser afectadas por la contracción económica, como: el comercio, hogares, manufacturas, turismo, todo lo referente a servicios vemos que son los más afectados porque es donde las mujeres participan mayoritariamente”, refirió la secretaria de la CEPAL.
Alicia Bárcena agregó que en el caso de México existe la urgencia de crear un sistema de cuidados, puesto que datos del Inegi indican que, a diferencia de los hombres, 56.5% de las mujeres han desistido de buscar empleo por la necesidad de hacerse cargo del cuidado de infantes, personas ancianas y enfermas.
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