Con la ruta que México ha decidido tomar, será muy difícil recuperar los niveles de progreso y crecimiento que se habían alcanzado hacia el final de 2018, destaca un análisis de la organización civil Signos Vitales.
A dos años de la pandemia y más de tres de la actual administración es devastador observar que no hay un solo sector en el país que lleve un repunte o que vaya bien, por el contrario, está rezagado y muestra retrocesos en diversas áreas, de esta manera el lugar de México en el mundo continúa deteriorándose y la brecha con otras naciones sigue ampliándose, advierte un reporte de la organización civil Signos Vitales.
Durante la presentación del estudio “Estancamiento y regresión: México en el mundo”, Carlos Lascuráin, director ejecutivo de Signos Vitales, indicó que los datos analizados muestran que el gobierno de México no parece estar en condiciones de solucionar los problemas, sino por el contrario, se evidencia que hay estancamientos y retrocesos que impactarán de manera negativa a las futuras generaciones.
“Con la ruta que México ha decidido tomar, será muy difícil recuperar los niveles de progreso y crecimiento que se habían alcanzado hacia el final de 2018”, subrayó.
El estudio analiza diversos problemas sociales, políticos y económicos, entre estos la corrupción, la catástrofe energética, el incremento de pobreza, el desabasto de insumos médicos, el precario aprendizaje en la niñez, o el distanciamiento con países y organismos internacionales, en todos ellos existe un común denominador: el rezago.
El análisis subraya que los muchos problemas que aquejan al país son el resultado de la imposición de un proyecto político e ideológico, por la improvisación e ineficiencia burocrática y por la destrucción y desmantelamiento institucional; elementos que, en su conjunto, contribuyen al retraso y al estancamiento que se han fomentado y promovido desde Palacio Nacional.
Asimismo, señala que la evidencia, los datos y los indicadores nacionales e internacionales certifican que el rumbo que México ha tomado no es el correcto, y advierte que “ha pasado de ser un país que se mantenía sano a uno en donde sus signos vitales están, cada vez más, en peores condiciones”.
Resalta que el gobierno mexicano ya dio muestra de que no va a cambiar el rumbo, al contrario, ha arremetido en contra de todo aquello que vaya en contra de su promoción y divulgación de su proyecto político e ideológico. “La salud del país requiere de un cambio de hábitos, acciones y actitudes, que lamentablemente no podremos ver en la actual administración”, considera el estudio.
Entre los problemas analizados se menciona el manejo del COVID-19 que de acuerdo a lo comparado con lo hecho en otras partes del orbe muestra que México es uno de los países que ha carecido de una planeación ordenada para enfrentar la pandemia y ha dejado escapar oportunidades.
Otro de los tópicos analizados fue el de la democracia, tema en el que se observó que ha sido evaluada de manera negativa en los últimos años, e inclusive estudios internacionales han calificado a nuestra democracia como un régimen híbrido, en tendencia hacia el autoritarismo, al tiempo de que alertan sobre la penetración del crimen organizado en esferas gubernamentales locales y nacionales.
En el cuidado de medio ambiente, señala el análisis, México se encuentra en los peores lugares del mundo. Está en el lugar 24 a nivel mundial y segundo en Latinoamérica en el ranking de mayor estrés hídrico. Sólo el 43 por ciento de la población tiene acceso a agua potable segura y el 57.3 por ciento tienen acceso a saneamiento. En 2019 y 2020 México ingresó al grupo de los diez países que perdieron más bosque virgen en el mundo.
Asimismo, menciona que a pesar de que el presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) aumentó 9.2 por ciento en 2022, la cifra más alta registrada en esta administración aún no alcanza los niveles de 2018. El Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación implicó la desaparición de fondos de investigación por más de 50 mil millones de pesos.
“México tiene al momento un universo de problemas que no ha podido resolver, y peor aún, no ha dado señales de que cuente con las capacidades institucionales, la infraestructura y el equipamiento adecuados para atenderlos de manera positiva”, afirma el reporte.
En la presentación del reporte también estuvieron presentes Sylvia Schmelkes, de la Universidad Iberoamericana; Adela Navarro, directora general del Semanario Zeta de Tijuana; Juan Carlos Belausteguigoitia, profesor del ITAM, y Enrique Cárdenas, presidente del comité ejecutivo de Signos Vitales.
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