Según un estudio elaborado por el Instituto Méxicano para la Competitividad (IMCO), aunque la brecha de ingresos entre hombres y mujeres en México es menor que la que existe en otros países, las condiciones laborales que viven los y las trabajadoras mexicanos no son equitativas.
El IMCO destacó que aunque México tiene una brecha salarial del 14 por ciento, menor que la de Islandia y Reino Unido, no existe mayor equidad en el mercado laboral, pues muy pocas mujeres en edad productiva entran a la economía remunerada, el 70 por ciento ganan menos de dos salarios mínimos y pocas crecen profesionalmente.
“Este problema estructural responde a la serie de barreras que enfrentan las mujeres para entrar, permanecer y crecer en sus empleos”, comentó el IMCO y recalcó que entre esos problemas está la carga de trabajo no remunerado y la segregación ocupacional, que causa concentración de mujeres u hombres en puestos, dependiendo el sector y ocupación.
“En 2022 la brecha de ingresos es de 14 por ciento, es decir, por cada 100 pesos que recibe un hombre en promedio por su trabajo al mes, una mujer recibe 86 pesos”, subrayó el organismo y comentó que en la pandemia la brecha de ingresos cayó, debido a que muchas mujeres salieron del merado laboral y los ingresos de los hombres bajaron.
Sin embargo, en 2021 la brecha salarial se normalizó a los niveles previos de la pandemia y de acuerdo con el informe, las mayores brechas salariales se ubican en Oaxaca con una diferencia entre salario de hombres y mujeres del 27.1 por ciento, Colima con 25.3 por ciento e Hidalgo con 24.9 por ciento.
Según el instituto, las brechas de ingresos que hay en México a nivel sectorial también se observan en otros países de Latinoamérica. En naciones como Chile, Colombia y Perú existe una brecha en favor de las mujeres.
Ante la brecha de ingresos que existe, el IMCO recalcó que no hay una causa como tal, pero existen varios factores que inciden en las dinámicas económicas de los salarios. Entre los factores están las horas de trabajo, posición jerárquica, nivel educativo y concentración de personas del mismo sexo en diversos sectores y ocupaciones.
“Medir la brecha de ingresos permite un primer nivel de análisis sobre las desigualdades entre ambos sexos, si bien se necesita profundizar en las dinámicas laborales de los sectores y las organizaciones que los conforman”, destacó el IMCO y finalizó asegurando que para cerrar la brecha salarial se debe avanzar hacia la transparencia de ingresos, diagnosticar la brecha entre hombres y mujeres.
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