El Banco de México redujo su previsión de crecimiento para la economía nacional del 1.1 y 2.1% previo, al 0.8 y 1.8%, sin embargo mantuvo su expectativa para el año 2020 en un intervalo de entre 1.6 y 2.7%. Respecto a las decisiones de política monetaria decidió mantener sin cambio el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria (TII) a un día en 8.25 por ciento.
Al dar a conocer el Informe Trimestral enero-marzo 2019, Banxico indicó que el ajuste a la baja refleja principalmente que el desempeño de la economía del país durante los tres primeros meses del año fue menor a lo previsto, afectación que atribuyó a diversos factores transitorios.
El banco central anticipó que para los próximos trimestres la economía podría retomar el camino de crecimiento debido a la demanda interna y externa. En cuanto a la demanda externa, indicó que se podría presentar una desaceleración mayor a la anticipada debido a una moderación del crecimiento de la economía global en general, y de la producción industrial en Estados Unidos.
Advirtió que cualquier recuperación de la inversión se presentará de manera gradual. Asimismo, Banxico consideró que con ese diagnóstico se prevé que en México se mantendrá un marco macroeconómico sólido y finanzas públicas sostenibles.
Los riesgos
El banco central puntualizó en el informe difundido este miércoles, que los factores de riesgo que pueden afectar a la economía mexicana son tanto a nivel externo como interno. En el plano internacional destacó que persiste incertidumbre respecto a la posibilidad de un surgimiento de nuevas disputas comerciales globales, lo que puede influir en disminuir el apetito por las inversiones a nivel internacional.
Por otra parte, a nivel nacional Banxico consideró que la economía del país se vería impactada negativamente si llega a deteriorarse el actual ambiente de incertidumbre interna, lo que podría suceder si se dan nuevas afectaciones a la producción o distribución de bienes y servicios por huelgas, bloqueos en vías de comunicación o bien por los retrasos en los cruces fronterizos con Estados Unidos.
Además, si se llegase a deteriorar la calificación de la deuda de Pemex con lo que se complique su situación financiera o que las agencias calificadoras revisen a la baja las notas crediticias de esta paraestatal o de otras empresas productivas del país las finanzas del país resultarían afectadas.
Inflación transitoria
En torno a la inflación general anual, Banco de México pronosticó que existirán ligeros ajustes al alza por los precios de los energéticos y por los aumentos recientes que ha presentado la inflación subyacente.
La institución subrayó que si bien puede haber variaciones inflacionarias al alza en el corto plazo estas se consideran de carácter transitorio, por lo cual el pronóstico esperado es que la inflación subyacente se ubique en 3% desde el segundo trimestre de 2020.
Bases sólidas para crecer
En sus recomendaciones para enfrentar los retos y atender los rezagos que en materia económica presenta el país, Banxico insistió en la necesidad de adoptar y mantener políticas que sienten bases sólidas para el crecimiento del país y que corrijan los problemas estructurales e institucionales que le han impedido alcanzar una mayor productividad y que desincentivan la inversión en el país.
Resaltó que además de combatir la inseguridad, la corrupción y la impunidad, es necesario que las autoridades garanticen la certeza jurídica, el cumplimiento del marco legal y el respeto a la propiedad privada. Al mismo tiempo de propiciar una mayor eficiencia del uso de recursos de la economía, en conjunto con un marco macroeconómico sólido caracterizado tanto por disciplina fiscal, como por la estabilidad de precios, contribuiría a una mayor certidumbre y generaría mayor confianza en el país.
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