La reciente aprobación de la ley del Infonavit ha generado un amplio debate en distintos sectores de la sociedad mexicana. Este cambio legislativo busca fortalecer los derechos de los trabajadores en materia de vivienda, asegurando una mayor transparencia y eficiencia en la administración de los recursos destinados a este fin.
Por su parte, Juan José Sierra, presidente nacional de Coparmex, ha señalado en diferentes foros la necesidad de que las reformas a la Ley del Infonavit sean resultado de un consenso tripartito que incluya a trabajadores, empleadores y al gobierno, y no una reforma más que no toma en cuenta a la sociedad y a los interesados, como ha venido sucediendo con este régimen desde que obtuvieron la mayoría calificada en las cámaras.
Coparmex advierte que los cambios aprobados podrían alterar el equilibrio en la toma de decisiones al permitir que un solo sector prevalezca sobre los otros dos, comprometiendo así la esencia tripartita y paritaria que ha caracterizado al Infonavit desde su creación. Esto lo han señalado debido a que la nueva ley le otorga el derecho de veto en las decisiones del gobierno corporativo de la institución al director general.
De la misma forma, Coparmex ha manifestado su oposición a cualquier intento de desviar los recursos del Infonavit hacia fines distintos a los establecidos, subrayando que estos fondos pertenecen exclusivamente a los trabajadores y deben ser administrados con total transparencia y responsabilidad.
El sector empresarial también ve con preocupación que la creación de una empresa privada para fomentar la construcción de vivienda de interés social con una figura legal que no permite transparencia y no hay ningún artículo de la ley que lo promueva. Esto podría resultar en detrimento del ahorro de los trabajadores, ya que parte de este sería utilizado por esta misma empresa para construir vivienda, ya sea directa o indirectamente. ¿Cuál es el peligro de la falta de transparencia? La posibilidad de que de forma discrecional se asignen proveedores relacionados con el régimen de forma ineficiente, como ha sucedido con otros proyectos como las mega obras conocidas.
Sindicatos no alineados al régimen han expresado preocupaciones similares. Más de una decena de organizaciones sindicales han señalado que la reforma fue aprobada sin incorporar modificaciones propuestas para fortalecer la gobernanza del instituto y garantizar mecanismos efectivos de supervisión y rendición de cuentas.
Advierten, al igual que los empresarios de Coparmex, que la creación de una constructora filial del Infonavit, sin mecanismos claros de supervisión y transparencia, podría abrir la puerta a posibles conflictos de interés y al uso discrecional de los fondos destinados a los trabajadores, desviando el objetivo central del instituto, que es garantizar el acceso a créditos de vivienda en condiciones justas y accesibles.
En conjunto, tanto Coparmex como los sindicatos independientes hacen un llamado al diálogo efectivo y a la reconsideración de la reforma, buscando proteger los derechos de los trabajadores y asegurar una gestión transparente y equilibrada del Infonavit. Esto ha provocado un fructífero reencuentro entre trabajadores y empresarios, como los vividos hace 30 años entre el expresidente finado Carlos Abascal y Fidel Velázquez, quienes de la mano firmaron un acuerdo llamado “Nueva Cultura Laboral”.
En este sentido, Rosa Marta Abascal Olascoaga, vicepresidenta nacional de Coparmex e hija de Carlos, ha señalado, al eco de Juan José Sierra, su presidente, que se están preparando para retomar de forma renovada la Nueva Cultura Laboral, lo cual permitirá delinear el camino de unidad entre trabajadores y empresarios, para mejorar desde la realidad, basado en principios centrados en la persona, resolver las necesidades reales de los trabajadores y juntos llevar a México a ser un país con alta productividad con condiciones laborales dignas y justas.
Pero, ¿cuál es la realidad de la vivienda de interés social en México?
La vivienda de interés social enfrenta una encrucijada que pone en evidencia tanto los retos estructurales como las oportunidades de mejora. En un país donde el acceso a una vivienda digna es un derecho fundamental, el déficit habitacional, las condiciones precarias de muchas viviendas y la falta de acceso a crédito continúan siendo barreras que limitan el bienestar de millones de personas.
Un déficit habitacional alarmante
Para el año 2025, México enfrentará un déficit habitacional de al menos 2.8 millones de viviendas, lo que refleja una demanda insatisfecha de soluciones habitacionales asequibles. En respuesta, el gobierno ha diseñado un Plan Nacional de Vivienda que busca construir un millón de viviendas de bajo costo, regularizar otro millón y mejorar 450,000 casas en seis años, con una inversión de 600,000 millones de pesos. Sin embargo, la eficacia de esta estrategia dependerá de su correcta implementación y del acceso equitativo a los beneficios que promete.
Financiamiento y accesibilidad
El acceso a la vivienda está fuertemente condicionado por las fuentes de financiamiento. Datos de la Encuesta Nacional de Vivienda 2020 indican que el 65.4% de las viviendas propias en México fueron adquiridas con recursos propios, mientras que solo el 18% se financiaron mediante créditos del Infonavit. Aunque las políticas recientes han flexibilizado la concesión de créditos a través de instituciones como el Infonavit y el Fovissste, beneficiando a más de dos millones de trabajadores hasta 2022, el acceso sigue siendo limitado para sectores con menores ingresos o empleo informal.
Calidad y condiciones
La calidad de la vivienda es otro aspecto crítico. Un alto porcentaje de viviendas presenta problemas estructurales como humedad y filtraciones (40.3%) y grietas en techos o muros (40.1%). Además, más del 45% de las viviendas en el país tienen carencias en materiales de construcción o condiciones de hacinamiento. Estos datos subrayan la necesidad de ir más allá de la simple construcción de viviendas y enfocarse en la calidad y seguridad de las mismas.
Estos datos reflejan la complejidad del panorama de la vivienda de interés social en México, destacando la necesidad de políticas integrales que aborden tanto la cantidad como la calidad de las viviendas, así como su adecuada ubicación y acceso a servicios. No sabremos si la nueva ley del Infonavit estará a la altura de estas enormes necesidades, pero nos mantendremos atentos como sociedad en la ejecución de la misma.
Te puede interesar: El Jubileo de la Comunicación
Facebook: Yo Influyo