Papa expresa preocupación por la situación del obispo nicaragüense Rolando Álvarez

El papa Francisco expresó su pesar y preocupación por la situación del obispo nicaragüense Rolando Álvarez Lago, tras ser condenado a más de 26 años de prisión al negarse a subir al avión que llevó a 222 presos políticos a Washington para ser expulsados del país.

Asimismo, episcopados de diversas naciones emitieron contundentes declaraciones denunciando atropellos a los derechos humanos y repudiando la expulsión de 222 personas del país centroamericano, así como la pena impuesta al obispo Álvarez Lago.

Desde el pasado 19 de agosto de 2022, el obispo Álvarez estaba en arresto domiciliario por denunciar los excesos del régimen de Daniel Ortega, lo que fue interpretado por las autoridades como una serie de delitos en contra del régimen, los cuales consistían en conspiración, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravadas y desacato a las autoridades.

El jueves 9 de febrero el obispo, junto con otras 223 personas, fue llevado a las instalaciones de la Fuerza Aérea en donde aterrizó un avión privado de Estados Unidos para deportarlos, estando formado en la fila, el prelado se negó a abordar la nave señalando que “primero tendría que hablar con los obispos”.

Esta actitud le valió lo menos de una dura crítica del presidente nicaragüense, quien tras verse agraviado e impedido de deshacerse el sacerdote provocó que las autoridades judiciales determinaran trasladarlo a la cárcel “La Modelo” de Tipitapa, que es de alta seguridad, tuvo un juicio anticipado en el que la justicia nicaragüense le privó plenamente de la libertad.

La sentencia del tribunal determinó una pena de 15 años de cárcel por menoscabo a la integridad nacional, cinco años por propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y de la comunicación, cinco años y cuatro meses por obstrucción de funciones agravadas y un año por desacato a la autoridad.

“Por encontrarnos en presencia de un concurso real de delitos, las penas de prisión impuestas serán cumplidas en forma sucesiva, por lo que el condenado Rolando José Álvarez Lagos deberá de cumplir 26 años y cuatro meses de efectiva prisión”, precisa.

Además, el obispo Álvarez Lago ha sido privado de su nacionalidad nicaragüense y de sus derechos ciudadanos a perpetuidad y lo multaron por mil 600 dólares.

La decisión de quedarse en Nicaragua ocasionó que el mismo Daniel Ortega en un mensaje público criticara al obispo Álvarez por negarse a subir al avión, al cual aseguró que no podía obligar a abordar toda vez que existe un acuerdo con las autoridades de la Unión Americana de que los prisioneros nicaragüenses tenían que subir por su propia voluntad.

Ortega reprochó que el prelado Álvarez Lago pidiera una reunión con los obispos ya que señaló que la decisión de expulsar a los prisioneros “es una decisión del Estado nicaragüense” la cual es incuestionable.

El mandatario nicaragüense tildó de “desquiciado” al obispo, y dijo que había tenido un “comportamiento de soberbia de quien se considera ya el jefe de la Iglesia (católica) de Nicaragua, el líder de la Iglesia latinoamericana y que debe incluso pensar en ocupar el cargo de su santidad, el Papa”.

Cabe señalar que las condiciones de la cárcel “La Modelo” a la que fue trasladado el prelado son consideradas inhumanas, como lo constató un informe de mayo de 2019 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el cual se describe que “los varones estaban sujetos a un régimen de máxima seguridad; los detenidos enfrentaron altas temperaturas en su encierro; las condiciones de higiene eran precarias por encontrarse recluidos sin acceso adecuado a servicios de energía eléctrica, sistema de drenaje y estarían expuestos a la presencia de insectos; que eran obligados a estar en celdas de castigo por tiempos prolongados; que recibían comida en mal estado, y que carecían de luz natural por periodos prolongados“.

Por otra parte, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Miguel Cabrejos, a través de un mensaje oficial, alertó sobre el detrimento de los derechos de los fieles católicos, y manifestó su “solidaridad, cercanía y oración con y por el Pueblo de Dios y sus pastores.

El prelado añadió que en el contexto de la Asamblea Regional de Centroamérica-México de la Fase Continental del Sínodo, se celebrará una eucaristía en la Catedral de San Salvador, donde se encuentran los restos de San Óscar Arnulfo Romero, en la que se pedirá por las intenciones de la Iglesia de Nicaragua.

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