Ser ciudadano es ser parte de una comunidad pero sobre todo es ver más allá de los intereses particulares para empeñarse por el bien común, por eso hacer que se respeten los derechos humanos, dentro de los cuales se encuentran los derechos políticos, es una forma eminente de caridad, como diría el Papa Francisco.
Por lo tanto, hay cientos de ciudadanos que a pesar de los pesares observando las casillas, los procesos electores y la justicia electoral cuidan que la voluntad ciudadana sea respetada, tal como lo hacen la Asociación Nacional Cívica Femenina , Ancifem y la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, CMDH.
Por tal motivo entrevistamos a Guadalupe Arellano de Ancifem, y a Rogelio Pérez de la CMDH y les cuestionamos sobre su experiencia en la observación electoral.
“Es un ejercicio de construcción de ciudadanía” dice Arellano, desde finales de los ochenta invitaron a las socias de Ancifem a la observación, porque “la ciudadanía no se queda solo en la emisión del voto”, además en esos años “había una serie de obstáculos para la emisión libre y secreta del voto”.
La observación se concentraba en la jornada electoral, porque había muchos eventos a observar y blindar para que se escuchara la voluntad ciudadana.
En el 85 y en años posteriores aún no estaba reconocida la figura de la observación electoral y su trabajo se centraba en la jornada electoral, ya para el 94 fue la primera gran observación en el país. No obstante en procesos posteriores se ha hecho una observación de las condiciones del voto es decir, de todo el proceso y para el 2012 se evaluó la presencia y la representación de las mujeres con criterios más cualitativos, aunque siempre está la posibilidad de observar la jornada.
Por su parte, Rogelio Pérez, comenta que la CMDH, desde su fundación en 1988, se ha preocupado por los derechos políticos y en la observación desde 1994, pero señaló que estos derechos actualmente están poco valorados, y logros tan grandes como la credencial para votar solo son vistos como algo práctico, como cambiar un cheque.
Nos refirió que desde ese año han observado la justicia electoral, la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, la Fepade y el Tribunal Electoral, hoy parte integrante del Poder Judicial de la Federación, bajo auspicios de la ONU, siendo la primera organización a nivel mundial que realizó está tarea, especializándose en ella.
Y no han dejado de observar los procesos electorales, han visto bemoles como los cambios al Código Electoral después de la elección de 2006 y en 2012, se observaron de maneras incipientes las candidaturas independientes, los problemas de injerencia del crimen organizado y las cuotas de género, y en este momento la CMDH adopta una observación permanente.
Democracia emociona poco
Respecto del ánimo de la población sobre las elecciones y la democracia en general Guadalupe Arellano señaló que para los años 80 había un hartazgo ciudadano pero más formado en lo cívico, había más arraigo de valores cívicos, como respuesta a una cerrazón brutal a reconocer la voluntad ciudadana.
Después se dieron otras condiciones como las urnas transparentes, la tinta indeleble y las instituciones, con el paso del tiempo viene la alternancia y otra generación de mexicanos que no vivieron a esas viejas luchas, pero ahora no sienten encanto por la democracia porque se asocia con una ineficacia en el gobierno.
Por lo tanto, cada vez es más difícil conseguir observadores, en general ciudadanía que se comprometa en proyectos de largo alcance, señaló Arellano.
Rogelio Pérez subrayó que en este proceso electoral hay en juego más de 3,000 cargos de elección popular, dentro de los cuales están los nuevos cargos en la Ciudad de México como los de alcalde, concejales, etcétera pero sí efectivamente hay un desinterés en la población mayoritaria, que es la juvenil. No obstante señaló que el ejercicio de salir a votar debe ser razonado, no sólo por una despensa o por otra dádiva.
Y también destacó que México ahora no cuenta con Procurador General de la República, ni Fiscal electoral, ni Fiscal Anticorrupción que son indicadores amarillos que preocupan a la gente.
El futuro
Guadalupe Arellano compartió que se ve un futuro incierto, no obstante se pueden vislumbrar tres escenarios. Mencionó que en un segmento hay el deseo de dar oportunidad a una opción reiteradamente postulada, una especie de voto “de manos caídas”, como decir “que más da”. Un voto de castigo y entregarlo a esta opción.
Otro escenario es la atomización del voto mediante los candidatos independientes (de alcanzar las firmas necesarias) y uno más de un alto abstencionismo, lo que plantearía una elección cerrada y la judicialización de la elección.
Lo cual ha ocurrido en varias elecciones locales, las que se anulan y se mandata que se reponga la elección en una jornada extraordinaria, en la que los electores en lugar de aumentar disminuyen, al igual que la posibilidad de encontrar funcionarios de casilla.
En este último escenario se privilegia a quienes tiene el mayor “voto duro”, un escenario en el que “uno gana y todos pierden”.
A su vez Rogelio Pérez externó su preocupación por el hecho de que hoy no se ven tantas prácticas como las de antaño pero hay nuevas, como la que obligan al ciudadano a sacarle foto a la boleta marcada. Los partidos siguen buscando al margen de ley nuevas formas de beneficiarse y ahora también hay esa la tentación de que influya el dinero de la delincuencia, señaló.
Pérez indicó que la CMDH “es una de las grandes pioneras de esta actividad” y pide que la observación electoral sea completamente ciudadana, ajena a partidos políticos que en ocasiones en lugar de hacerlos representantes de casilla, los hacen observadores electorales.
Finalmente, mencionó que otro reto es que haya una nueva sala superior del Tribunal Electoral, con integrantes renovados en su totalidad.
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