Querétaro, Qro.- (Jorge López, enviado especial). En la Ciudad de México, operan 24 células del narcotráfico en tanto que sólo Tamaulipas y Guerrero, tienen más en sus territorio, si Miguel Ángel Mancera quiere “diluir” el problema al no señalarlo como crimen organizado, le consuela a él, pero la ciudadanía palpa sus efecto cotidianamente, comentó el Dr. Rodrigo Guerra López, investigador del Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV) en entrevista para YoInfluyo.com.
El martes 25 de julio aproximadamente a las 1:30 a.m., en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM, en la capital del país, muy cerca de la Basílica de Guadalupe, se detonó una bomba, aparentemente de tipo molotov, con tres cilindros, en vista de lo cual “las autoridades tendrán que dar su palabra prudente, rigurosa, responsable, sobre la naturaleza del artefacto y su posible origen”; pero el análisis debe hacerse y este no puede omitir el contexto de la operación de diferentes grupos delincuenciales en la ciudad.
Hace algunos días el jefe de Gobierno de la CDMX, “nos regalaba la idea” de que en realidad no había cárteles de droga en la capital, que son bandas o grupitos que “de repente se les ocurre delinquir” lo cual evidentemente no corresponde con la realidad, fustigó el Dr. Guerra López. Lo contrario, señaló, está documentado por notas periodísticas pero no sólo en estas, sino por estudios muy serios sobre la evolución del crimen en el país, que indican que en la capital operan “alrededor de 24 células de narcotráfico identificadas”, las cuales no son un invento, ni una leyenda.
Además en información que maneja el propia CISAV, no siendo un instituto especializado en el tema de seguridad, se registra que sólo Tamaulipas y Guerrero tiene más células que la CDMX operando en su territorio. Si bien es cierto que no es el lugar más violento, si se encuentra dentro de las 14 ciudades más violentas, no en los primeros lugares, pero tampoco es gran logro.
Hace apenas unos días fue abatido Jesús Pérez Luna, “El Ojos”, jefe del Cártel de Tláhuac, pero no es el único hecho, ya que hay otros como la Unión de Tepito que irrumpieron en un bar y asesinaron a una persona apodada “el vaquero”, aunado a que en la zona del Ajusco ha repuntado el secuestro, con más de 20 en los últimos meses. El uso de este tipo de bombas con tres cilindros de metal, es común en varios de estos grupos, pero el hecho es que se ha vuelto una constante, el usar estos objetos.
El Dr. Guerra subrayó que el que Mancera Espinosa, desee “diluir” la situación al no llamarlo crimen organizado es un consuelo para él, pero no para la ciudadanía, que ve y palpa la realidad del crimen organizado actuando en toda la ciudad, lo que hay que tomar en cuenta al ver estallar una bomba frente a la CEM.
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