Aunque no se deben aceptar reduccionismos que polaricen las posturas, diferentes gobiernos identificados como de izquierda no se comportan de la misma manera e incluso, gobiernos de derecha asumen algunos postulados izquierdistas.
“Después de la Revolución Francesa de 1789, en la Asamblea Nacional los diputados que defendían las conquistas revolucionarias se sentaban a la izquierda, mientras que los que se oponían a ellas lo hacían a la derecha. De allí surgieron los términos políticos izquierda y derecha”, escribe Ian Buruma profesor en el Bard College de Nueva York en el diario argentino El Clarín.
Algunos términos que se acuñan como autoridad, identidad nacional, tradición o conservadurismo se les identifican como propios de la derecha; en cambio se le adjudican a la izquierda conceptos como igualdad, progreso o reformismo, señaló el doctor en Derecho Rodrigo Soto, catedrático de la Universiad Panamericana Guadalajara.
No obstante consideró que estos plantemientos cerrados que no admiten matices, no corresponden a la realidad y generan polarización.
Sin embargo en lo que coinciden Baruma y Soto es en la invalidez actual de esas categorías para describir una línea de los plantemientos contemporáneos, sea porque ya no corresponden los ideales a los que se la había asigando o porque nunca fueron categorías válidas.
En este sentido el maestro Rodrigo Iván Cortés Jiménez, especialista en temas internacionales, explicó en entrevista con YoInfluyo.com, cómo se comportaron en la última década algunos de los gobiernos latinoamericanos considerados de izquierda, y que han generado un viraje a propuestas de signo contrario, donde ciertamente no todos reunían las mismas características pero que además encuentran coincidencias con los gobiernos que los sutituyen como ocurre con la ideología de género.
Cortés Jiménez señala que las izquierdas en el continente americano si bien están conectadas, pueden ir desde las que son apoyadas por narcoguerrillas hasta las que se benefician del Estado de Derecho.
Las FARC
En un primer término existe aquella de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “que eventualmente sacan uno que otro candidato como [Gustavo] Petro que además de gobernar la capital de Colombia se lanzó por la presidencia”.
Señaló que las FARC transitaron de una guerrilla a una “narcoguerrilla” a la que le gustó el dinero, por lo que se involucró tanto en el tráfico de drogas, como el asesinato y secuestro, así como la promoción de movimientos guerrilleros en el continente como en México con el EPR y el ERPI.
Tenían también otros proyectos, por ejemplo, apoyaron a Hugo Chávez para que ganara la presidencia de Venezuela y éste a su vez puso estatuas del líder de las FARC en parques y sitios públicos.
“Lula”
Otro tipo de izquierda es la de Luiz Inácio “Lula” Da Silva en Brasil, que si bien venía del Partido de los Trabajadores (PT) su gobierno terminó como una economía de globalización y en grandes casos de corrupción como el de Odebrecht.
Por lo cual, el electorado ha votado por una opción distinta en la persona de Jair Bolsonaro, un excapitán del ejército brasileño, cuerpo militar con gran escuela geopolítica, explicó el maestro Cortés.
Chávez, Maduro
Un manifestación distinta es la “Chavista”, la izquierda bolivariana, que es una reedición del proyecto cubano.
Cortés Jiménez explicó que el modelo consiste en “hacer un proceso de desmantelamiento del capitalismo hacia adentro: arruinas las posibilidades de que la gente pueda subsistir con su propio trabajo, conviertes en miserables a altas cantidades de tu población”.
Por lo que indicó que “la gente que quiere salir adelante con su trabajo pero no ve la manera de hacerlo en su país, salga despavorida y los pobres que se quedan permanecen sujetos a las dádivas miserables que da el gobierno con una gran capacidad de control”.
Por lo anterior el proyecto terminó siendo “una desgracia autoritaria, populista, depauperante, expulsora y violadora de los derechos humanos”.
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Chile, Estado de Derecho
La última manifestación de estos gobiernos es aquella que se había limitado por su unidad con la democracia cristiana, la que se ubica en Chile.
Chile representa una economía próspera que desarrolló un Estado de Derecho a través de la dictadura que ejerció Pinochet, régimen que violó derechos humanos indudablemente, no obstante logró un orden macroeconómico y un Estado de Derecho sin comparación en Latinoamérica.
En el país andino se dio la unión de la izquierda y los democratacristianos con la intención de derrotar a Pinochet en el referéndum de su reelección, lo cual consiguieron y aprovecharon el modelo que se generó durante ese tiempo y que duró algunos años más. Michelle Bachellet, presidenta de Chile en dos periodos, promovió temas como el aborto y otros de ideología de género.
Con lo hecho por Venezuela o Chile, se provocó un viraje a la “derecha” en el continente por ejemplo con Mauricio Macri en Argentina tras los gobiernos de los Kirchner, con Piñera en Chile o Bolsonaro en Brasil.
Sin embargo en el caso de Macri o Piñera ocurre exactamente lo dicho al inicio, se le podría adjudicar un signo de derecha, pero sólo en términos económicos pues en Argentina el gobierno apostó por la aprobación del aborto en todo el país, que a la postre no ocurrió y en el caso de Chile, Piñera en campaña hablaba a favor de la familia natural, mas en funciones promulga la Ley de Identidad de Género.
En el trabajo en pro de la ideología de género, gobiernos aparentemente de pensamiento contrario se dan la mano.
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar….
México, por su parte, y a diferencia de la realidad latinoamericana en general, por primera vez ha decidido a través del voto y de una manera apabullante, virar a un gobierno de izquierda. Una izquierda señalada por muchos más cercana a la realidad venezolana o boliviana, que a la izquierda chilena por ejemplo.
Las expectativas que ha generado el aún presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en millones de mexicanos son muy altas, principalmente por el hartazgo generalizado por los grandes escándalos en materia de corrupción e inseguridad, sellos del gobierno saliente.
En ese sentido, durante el periodo de transición, el gobierno que encabezará López Obrador, así como su partido Morena han presentado a través del Congreso de la Unión una serie de iniciativas en materia social y económica que apuntan a un fuerte centralismo en el ejercicio de poder, y a la implementación de la ideología de género, ambas características de un gobierno de izquierda.
En materia económica, las señales han sido contradictorias, por un lado con un futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y el empresario Alfonso Romo, próximo jefe de la Oficina de la Presidencia, con un discurso moderado y respetuoso de la autonomía del Banco de México; y por el otro iniciativas de Morena y su aliado el PT en el Congreso para reducir comisiones bancarias, utilizar los fondos del banco de México para programas sociales o la desaparición de las afores.
Cabe señalar que Morena forma parte del Foro de Sao Paulo, entre cuyos integrantes están otros partidos de izquierda de América Latina.
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