El pasado viernes, María Teresa Holschneider de Autrey recibió la Medalla Juan Pablo II al Mérito por la Promoción de la Vida y la Familia, por su labor que lleva a cabo en favor de las mujeres y de los no nacidos desde hace más de 22 años en la institución Yoliguani.
“En el Pontificio Instituto Juan Pablo II estamos convencidos que el trabajo de María Teresa Holschneider tiene gran valor e impacto social, por su compromiso a favor de las mujer, de la vida y la familia a través de la ayuda y acompañamiento que brinda a mujeres embarazadas en situaciones de abandono. Esta encomiable labor es la muestra de una vida, como la de Tessy, que se asume con pasión, compromiso y coherencia”, señaló Alejandro Landero, director nacional del Instituto.
Es la primera vez que el Pontificio Instituto en México entrega esta alta distinción.
“Queremos entregar esta Medalla de forma anual y qué mejor manera de iniciar otorgándosela a María Teresa Holschneider de Autrey quien ha demostrado que el desarrollo de la mujer y la defensa del no nacido no son dos polos en conflicto sino que, como sociedad, debemos encontrar los mecanismos para acompañar a las mujeres en situación difícil y, a la vez, respetar y abrazar la vida desde el momento de la concepción.
“Esta es una actitud verdaderamente progresista, porque no excluye a nadie y es capaz de construir un futuro con esperanza.” puntualizó Alejandro Landero.
Yoliguani es una institución fundada en 1996 en la Ciudad de México, que atiende a mujeres embarazadas en situación de desamparo con el objetivo de brindar alternativas de vida y bienestar para ellas y sus bebés.
En Yoliguani pueden encontrar dónde vivir durante la gestación de su hijo, alimento, atención médica, sesiones psicológicas y capacitación en oficios para que las mujeres se profesionalicen y puedan ofrecer mejores oportunidades para sus hijos que están por nacer.
Generalmente las mujeres embarazadas llegan a Yoliguani con la idea de abortar o dar en adopción a sus bebés. El mayor logro para Yoliguani es que esas mujeres lleguen a sentirse seguras, alegres y preparadas para enfrentar la vida en calidad de madres.
El 80% de las mujeres que han habitado en los albergues de Yoliguani han decidido quedarse con sus hijos y emprender su camino de desarrollo con ellos.
“En Yoliguani vemos cómo se hacen realidad los valores de la promoción de la vida, la familia, la justicia social, la solidaridad, la responsabilidad. Tessy y su equipo han creado un oasis en medio de una ciudad que a veces rechaza estos valores o cree que es una utopía imposible de llevarse a la realidad.
“Por todo ello, es un honor entregar esta medalla a una gran mujer, que representa una gran causa y una gran esperanza” finalizó Landero.