Tras 85 años de existencia, el Partido Acción Nacional (PAN) atraviesa por uno de los momentos más críticos de su historia, pues para muchos mexicanos ha dejado de ser la alternativa política seria y capaz para combatir al régimen y contribuir a generar espacios de democracia y libertad.
Competir de la mano del PRI y PRD en las pasadas elecciones y no lograr el objetivo de llevar a una misma candidata a la Presidencia de la República, así como quedar muy rezagado en la votación obtenida en lo que respecta al Congreso de la Unión, no sólo lo debilitó, sino que además impactó negativamente en su identidad la cual resultó diluida y poco clara para los ciudadanos.
Este es el rumbo que le marcó su actual dirigente, Marko Cortés Mendoza, quien este año será relevado de la presidencia del PAN, conforme lo marcan los estatutos de este instituto político, dejando a quien lo suceda el gran reto de enderezar el camino para recomponerse y permanecer, o bien, continuar con prácticas antidemocráticas que critican hacia afuera, pero practican hacia el interior, lo que lo llevará a desaparecer.
A pesar del saldo negativo que deja Cortés Mendoza y el desafío que significa asumir el mando del partido más antiguo en México, Adriana Dávila Fernández ha levantado la mano para buscar convertirse en la presidenta del PAN, y en entrevista con Yo Influyo, pormenorizó las razones por las que quiere dirigir a Acción Nacional.
Adriana Dávila asegura que México atraviesa por una etapa muy peligrosa, la de la hegemonía de un partido en el poder dirigido por un sólo hombre, situación que requiere que exista una oposición que pueda hacerle frente.
A pesar de que Acción Nacional mantiene los cimientos sólidos y democráticos que le dieron origen hace 85 años, Adriana asegura que el partido hoy por hoy no es fuerte, entre otras cuestiones porque ha habido fallas de desorganización, de identidad y sobre la propuesta que queremos hacer a los ciudadanos porque “ya no encabezamos causas”, nos vemos sumamente iguales, queremos copiar modelos y no hay nada por lo que el PAN sea identificado, inclusive a las nuevas generaciones les parecemos anticuados. Por ello, tiene el reto de retomar sus principios de origen para hacer frente al régimen.
YI: ¿Si el PAN pierde legitimidad, México también pierde?
ADF: Sí, México está perdiendo lamentablemente porque si revisas la política pública con este tipo de gobiernos (los que son emanado de Morena) no hay forma de que avancemos en muchos temas. El problema adicional es que además no hay quien detenga este avasallamiento del gobierno federal y si tenemos una oposición débil pues estaremos en condiciones entre iguales.
“Lamentaría mucho que el PAN no transite con el papel que le toca representar en este momento de la vida política de México”, señaló.
Compromiso a fondo
Adriana Dávila es originaria de Apizaco, Tlaxcala, es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Altiplano del estado de Tlaxcala y militante activa de Acción Nacional desde hace casi tres décadas. Fue senadora y diputada federal y ha sido testigo y protagonista del devenir de un partido que durante este tiempo creció y ganó la presidencia de la República, pero que también durante los últimos años se ha ido desdibujando y desconectándose de la vinculación con la ciudadanía, a grado tal que recientemente corrió el riesgo de perder su registro a nivel nacional.
Además, en las elecciones nacionales más recientes los resultados obtenidos por el PAN en las urnas los dejaron muy lejos de ser un partido con una alta representatividad en el Congreso de la Unión, por lo que ahora desafío de encontrar el camino que lo lleve a posicionarse como una alternativa real en el plano político del país.
Para ello, desde la perspectiva de Adriana Dávila, “se necesita una oposición creíble, que tenga prestigio y honorabilidad; una oposición en la que sus dirigentes no se estén defendiendo entre sí todo el tiempo, que defienda las causas de los mexicanos y combata al tipo de gobierno que se hace de ley a modo”.
En la reconstrucción de Acción Nacional debemos tener una dirigencia de tiempo completo, capaz de comprometerse a un Comité Ejecutivo Nacional que no se convierta en la burocracia en la que se repartan posiciones sin exigir ningún trabajo. “No tengo problema con que alguien tenga a sus amigos ahí, pero sí que sean los mejores, que sean responsables”, subrayó.
YI: ¿Por qué eres tú la opción que necesita el PAN? se le cuestionó.
ADF: Me hacen diferente mi congruencia y mis cicatrices electorales. Conozco el país y al panismo del país, y lo que desde la base del municipio se exige, pues no es lo mismo hacer política desde las élites, desde los grupos que acuerdan todo sin que se entienda la realidad de este país.
Soy una persona que dice las cosas directamente, que no le teme a la crítica pública y hoy uno de los grandes problemas de Acción Nacional es que no hay autocrítica, los dirigentes y nosotros estamos obligados a hacerla, indicó.
A contracorriente
Para elegir al dirigente nacional del PAN existen dos métodos, el ordinario y el extraordinario; en el primero de estos, los cerca de 300 mil militantes de todo el país pueden votar, mientras que en el extraordinario sólo pueden participar los 400 consejeros nacionales.
En opinión de Dávila Fernández para un partido que hoy necesita mover sus estructuras, no sería sano la elección a través del método extraordinario. En este sentido insiste en la necesidad de que los militantes sean tomados en cuenta, y como sucedía en otros tiempos, sean quienes elijan a su presidente o presidenta.
Para el proceso en ciernes se conformó una Comisión Electoral que decidirá el camino a seguir, los tiempos y las formas para renovar la dirigencia nacional en el PAN.
YI: ¿Confías en la Comisión Electoral?
ADF: Conozco las trayectorias de los miembros de la Comisión, no tengo nada que decir de su lucha, de su participación democrática; sin embargo, sí he señalado con toda claridad que al menos tres de ellos pertenecen a la bancada de la Cámara de Diputados que coordina Jorge Romero, que es uno de los aspirantes a la que se pretende imponer desde la dirigencia nacional como sucesor (de Marko Cortés), otro más es miembro del CEN entonces, sí veo riesgos y sí creo que es importante que haya una separación de esas ligas, de esas afinidades.
Añadió que esta comisión tiene una vinculación muy clara con la Comisión de Justicia la cual pertenece al órgano que preside Marko Cortés como dirigente del partido, y que en muchos casos ha retrasado la justicia intrapartidista.
YI: Lo que está pasando en el PAN se parece mucho a lo que criticó de Morena en las elecciones recientes. ¿No es así?
ADF: Carlos Castillo Peraza solía decir que “a veces salía el priista que todos llevamos dentro”, y creo que hoy ha salido el morenista que algunos todavía no quieren que se les salga del cuerpo, del alma y de la mente, entonces sí estamos en un momento difícil en el cual se repiten prácticas antidemocráticas. Además, es uno de los motivos por los que no pudimos combatir bien al régimen, porque no puedes combatir igual con igual, o sea, no puedes combatir a Morena con un “Morena azulado”.
YI: ¿Qué pedirías para que el suelo esté parejo y los militantes elijan a su dirigente?
ADF: Hay muchos elementos que nos generan inequidad, ellos tienen el padrón desde hace mucho tiempo, están enviando mensaje no a la base de panistas que nos organizamos de alguna que otra manera, son mensajes dirigidos, hacen encuestas, identifican temas, es decir, traen un acercamiento permanente a la militancia lo cual les da cierta ventaja. Además, tienen controlados algunos órganos del partido.
El piso parejo debe pasar porque compartamos ante el mayor número de panistas espacios iguales de contraste para que los militantes conozcan qué están ofreciendo ellos y qué estamos ofreciendo nosotros, cómo lo ofrecemos, así como cuál es nuestra historia de vida y la congruencia con la que tendríamos que estar actuando frente al país.
YI: Existen dos escenarios, uno es que ganes y el otro que pierdas. ¿Cuál sería tu postura en cada uno de ellos?
ADF: Si gano tengo muy claro qué partido quiero reconstruir, hacia dónde quiero que nos dirijamos: hacia el municipalismo, hacia la participación de los militantes, hacia el involucramiento de las causas de los ciudadanos, hacia el regreso al debate, hacia el enfrentamiento frente al gobierno desde una oposición seria que recupere la confianza de los ciudadanos y evidentemente de la militancia. Tener diálogo que nos permita establecer propuestas de solución de acuerdo a los problemas que vive México.
Y de perder, depende de la manera. Si pierdes con el avasallamiento, si pierdes con la trampa, si pierdes con las prácticas antidemocráticas, me parece que en ese caso el PAN tendría que revalorar y yo tendría que revalorar si soy útil todavía para el partido, pero no es un asunto de negociación, mi participación no es un asunto personal.
Yo no tengo empacho en reconocer las victorias de otros y me gustaría que se reconociera por parte del oficialismo interno lo que se está haciendo mal. Todo depende de las condiciones en las que participemos.
Adriana Dávila deja en claro que el PAN no puede seguir como está hoy y necesita cambiar o de lo contrario va a desaparecer:
“Mantener el registro no significa que estemos vivos, sólo significa que hay un grupo que está haciendo negocio y le conviene ganar mientras el PAN pierde, eso es algo que debemos desterrar de las prácticas de Acción Nacional”, concluyó.
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