El mundo no se explica sin la hispanidad

El 12 de octubre marca una fecha clave en la historia tanto de España como del continente americano que es conocido como Día de la Hispanidad, Día de la Raza y Fiesta Nacional de España. Esta conmemoración, que inicialmente surgió para recordar el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, ha ido evolucionando en su significado, pasando de una celebración de la expansión cultural y lingüística española a ser un símbolo de unión y reflexión entre los pueblos hispanohablantes.

A pesar de que España y los países de América Latina son quienes directamente son los involucrados en el “Encuentro de dos mundos”, este acontecimiento marcó la historia del planeta entero y gracias a este evento, así como la manera de percibir la vida, los conocimientos empíricos y científicos, así como las costumbres que tanto los indígenas como los españoles fueron aprendiendo y adoptando a lo largo de los años, enriquecieron la cultura de cada uno y más aún, ha sido un invaluable aporte a la evolución de la humanidad, por lo que sin la hispanidad el mundo no sería igual.

En 1892, el gobierno español decidió declarar el 12 de octubre como Fiesta Nacional, en conmemoración del IV centenario del descubrimiento de América. Este acontecimiento histórico no solo abrió la puerta de vastas tierras desconocidas para los europeos, sino que también supuso el inicio de la difusión de la lengua y cultura españolas en el continente americano.

Sin embargo, la historia detrás de esta festividad no quedó solo en recordar ese momento clave. En 1913, la Unión Ibero-Americana, una organización creada para reforzar los vínculos entre España y los países de América Latina, promovió la idea de una “Fiesta de la Raza” para el 12 de octubre. Esta denominación tenía como objetivo resaltar los lazos comunes que existían entre ambos lados del Atlántico, especialmente a través de la lengua y la cultura.

En España, el director de la revista oficial de la Unión Ibero-Americana, Manuel de Saralegui y Medina, escribió en 1914 un artículo justificando esta decisión. Para él, la celebración no debía recordar una victoria bélica o la ruina de un pueblo, sino una fecha para unir en paz y fraternidad a todos los pueblos de habla hispana: “Unámonos en tal día los españoles todos de ambos lados del Atlántico en santa fiesta familiar”.

De acuerdo al investigador español y catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, Antonio García Jiménez, “curiosamente, la idea de declarar el 12 de octubre como Fiesta Nacional oficial en España fue sugerida por los países iberoamericanos. En 1918, se aceptó esta propuesta y se declaró el día como una fecha oficial, con lo que pasó a ser un día inhábil para los españoles”.

En sus inicios, la celebración tenía un marcado carácter cívico, y su protagonismo militar era limitado. Sin embargo, la guerra en Marruecos durante la década de 1920 hizo que el ejército español comenzara a ganar relevancia en los actos conmemorativos del 12 de octubre. Este cambio reflejaba el clima político y militar de la época, donde las conmemoraciones nacionales solían verse acompañadas por desfiles militares y actos patrióticos.

En la misma década, surgió la idea de cambiar el nombre de la celebración a Día de la Hispanidad. Esta iniciativa fue propuesta por el sacerdote Zacarías de Vizcarra, quien veía en el término “raza” una limitación que no reflejaba la diversidad de los pueblos hispanoamericanos. Su propuesta fue respaldada por el escritor y embajador en Argentina, Ramiro de Maeztu, quien defendió este nuevo nombre en la revista Hispanidad en 1935.

Maeztu argumentó que el término “Hispanidad” debía entenderse como una unión cultural, similar al concepto de “Cristiandad”, y no como una cuestión de raza.

“Así como la Cristiandad es el conjunto de los pueblos cristianos, la Hispanidad sería el conjunto de los pueblos hispánicos”, explicó.

Con la llegada de la democracia en España, el Día de la Hispanidad fue oficialmente rebautizado en 1987 como la Fiesta Nacional de España. Esta nueva denominación pretendía reflejar la unidad y diversidad de España, pero también su conexión histórica con los pueblos hispanoamericanos.

La celebración tomó un significado especial en 1992, con motivo del V centenario del viaje de Colón a América. En ese momento, la sensibilidad hacia los pueblos indígenas y el impacto de la conquista había cambiado, por lo que la celebración ya no se centraba únicamente en el descubrimiento. En lugar de ello, se destacó el concepto del Encuentro de Dos Mundos, una perspectiva que intentaba equilibrar la importancia del evento para ambos lados del Atlántico.

Hoy en día, el 12 de octubre se sigue celebrando como un día de unión entre los pueblos de habla hispana. A pesar de las controversias que rodean a la conmemoración del descubrimiento de América, especialmente en cuanto a las consecuencias para las culturas indígenas, la fecha ha evolucionado hacia una reflexión más inclusiva.

El Día de la Hispanidad es, en última instancia, una oportunidad para recordar no solo el impacto de España en América, sino también la rica herencia compartida que une a los países hispanohablantes a través de la lengua, la cultura y la historia común.

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