La pandemia de COVID-19 nos demostró que la tecnología avanza a una velocidad que prácticamente ningún otro sector le puede hacer competencia.
Con la llegada de la pandemia de COVID-19, el mundo cambió en todos los sentidos y cuestiones de higiene, laborales, escolares y hasta nuestra relación con el mundo exterior se modificaron. Durante el confinamiento mundial, las redes sociales se colocaron como los principales medios de comunicación y personas, empresas, fundaciones e instituciones de cualquier tipo adoptaron a las redes como el canal principal para mantenerse conectados con clientes, amigos, familia y conocidos.
Sin embargo, hay dos realidades en el contexto que vivimos, están los que han sabido adaptarse y sacar provecho al fenómeno tecnológico que vivimos y los que creyeron estar preparados para un mundo digital y conforme el confinamiento se alargaba y la situación continuaba, se dieron cuenta de que tal vez no era tan fácil como se pensaba en un inicio.
Roberto Eduardo Corro Maciel, egresado de la carrera de Creación y Desarrollo de Empresas del Tecnológico de Monterrey y fundador de una empresa especializada en mercadotecnia, comentó que de acuerdo con Hootsuite, plataforma web y herramienta de gestión de redes sociales, de los cerca de 120 millones de personas que viven en México, 89% tienen un teléfono celular y de ese porcentaje, 69% tiene acceso a internet, lo que indica que alrededor de 89 o 90 millones de personas en México pueden navegar en internet desde la palma de su mano.
“Si decimos que hay 89 millones de personas que tienen acceso a internet, hay 89 millones de personas que tienen una red social activa”, aseguró Roberto Corro y subrayó que el decir que una persona tiene acceso a internet, es prácticamente decir que tiene redes sociales.
Personas, empresas, escuelas e instituciones con competencias digitales
Abraham Torres Sánchez, especialista en comunicación digital y coordinador de la licenciatura en Comunicación de la Universidad Anáhuac Cancún, explicó que dentro de todo lo malo que trajo la pandemia de COVID-19, hay algo positivo y es que nos hizo entender el impacto de la tecnología en nuestras vidas. “Lo que hizo la pandemia fue desnudarnos ante la tecnología, el internet y las redes sociales y nos puso, a gran parte de la población, en una situación vulnerable y a la que, en muchos casos, no supimos cómo afrontar”.
“Es innegable que a nivel mundial el COVID-19 destrozó todos los hábitos del uso del internet”, comentó Torres Sánchez y recalcó que dentro de todo el fenómeno que vivimos, al estar en casa ha existido un aumento en el uso que damos a diversos aparatos; sin embargo, el que estemos en casa no quiere decir que tenemos más tiempo libre.
Abraham Torres, afirmó que el gran reto que debemos entender es que la tecnología avanza a una velocidad que prácticamente ningún otro sector le puede hacer competencia, por ello en escuelas y muchas empresas e instituciones las personas no entendían ni acaban de entender sus funciones o cómo lograrlas, por eso se tienen que hacer instituciones, escuelas y empresas digitalmente competentes. Ese es el gran reto.
No basta con que los estudiantes, profesionistas o trabajadores sepan usar la tecnología, el término ser digitalmente competentes nos lleva a otro nivel de entendimiento y maduración que nos permite cumplir nuestros objetivos, al no serlo es cuando vemos a estudiantes abrumados con las tareas o personas que son trabajadores que no saben administrar su tiempo en casa ante lo que vivimos.
“Ser digitalmente competentes es tener una visión holística y esto abarca muchas áreas, desde la gobernanza (dueños y directivos), la mano de obra (trabajadores), la infraestructura (ancho de banda) y la relación con entre terceros”, comentó el coordinador de la licenciatura en Comunicación de la Universidad Anáhuac Cancún y destacó que en materia educativa se debe tomar en cuenta si las materias tienen lo necesario para ser impartidas de manera digital, pues la mayoría fueron creadas para ser físicas.
Ser una escuela, institución, empresa o persona digitalmente competente es entender qué herramientas necesito usar, en qué momento, con qué objetivo, y saber hacia dónde va la tendencia o hacia dónde voy.
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Redes sociales y plataformas el salvavidas para empresas en medio de la pandemia
Por otra parte, hubo millones de empresas que se enfrentaron a una pandemia mundial que las obligó a cerrar sus puertas, en algunos casos, por más de cuatro meses y el ser digitalmente competentes fue el único salvavidas que las sacó a flote y permitió que encontraran la forma de seguir trabajando o también vimos el nacimiento de nuevas empresas, que por medio de redes sociales y plataformas surgieron y se han ido consolidando con el pasar de los meses.
Al respecto, Roberto Eduardo Corro Maciel, quien además de ser egresado de egresado de la carrera de Creación y Desarrollo de Empresas del TEC tiene una empresa de mercadotecnia, aseguró que, así como muchos de sus clientes se despidieron por la difícil crisis económica, hubo otros tantos clientes que lo buscaron para comenzar a trabajar con los medios digitales.
“Hay dos panoramas, el de las empresas que vieron en la crisis una manera de sobrevivir y las que no pudieron adaptarse y tuvieron que hacer recortes o cerrar”, comentó Corro Maciel y recalcó que las personas que tienen negocios deben ver a las redes sociales como una herramienta vital para potenciar su negocio. Roberto Corro puso como ejemplo a un cliente que, a diferencia de otros y en medio de una crisis sanitaria, apostó a lo digital y creó una estrategia que combinaba las redes sociales con la atención personalizada y beneficio para los clientes.
Mientras que Abraham Torres Sánchez, especialista en comunicación digital, aseguró que la reactivación económica para gran parte de los sectores se soporta en el uso de las plataformas, redes sociales y la tecnología. “El fenómeno de las empresas y las redes ha sido si usan o no la tecnología y si la usan cómo deben hacerlo”.
Torres Sánchez detalló que, ante el surgimiento de diversos negocios, que en su mayoría son hiperlocales, pues son negocios que pone gente en la colonia, para otros de su misma zona, o para amigos y familiares, estamos ante una saturación del mercado que ofrece productos y servicios en redes sociales.
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