A 56 años del movimiento estudiantil del 68, la lucha sigue

En el verano de 1968, mientras el mundo experimentaba una ola de movimientos sociales, México fue escenario de un levantamiento que marcaría su historia política y social, y que semanas más tarde, dejaría en la memoria y el corazón de los mexicanos la frase “02 de octubre, no se olvida”, junto con cientos de vidas arrebatadas.

En 1968, México era gobernado por Gustavo Díaz Ordaz, presidente número 49 y miembro del Partido de la Revolución Institucional (PRI). El mandato de Ordaz se caracterizó por ser extremadamente autoritario y corromper la libertad de expresión, censurar a la prensa, reprimir protestas y demandas sociales y violar derechos humanos.

Se estima que en el gobierno de Ordaz (1964 a 1970), hubo hasta tres mil presos políticos; entre ellos, estudiantes, activistas y campesinos, y testimonios afirman que la mayoría de detenciones eran arbitrarias y los detenidos eran torturados, sometidos a juicios injustos y obligados a soportar condiciones inhumanas en prisión. 

En el 68, México haría historia, pero no por ser sede de los Juegos Olímpicos, pues la justa olímpica fue ensangrentada, ya que tan solo 10 días antes de su inauguración, se vivió el clímax de la represión brutal y violencia policial y lejos de dar una imagen de estabilidad a nivel internacional, con la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, se paralizó al país. 

CNH, la voz del movimiento estudiantil del 68

El 21 de julio de 1968, se formó el Comité Nacional de Huelga (CNH), organización eje en el Movimiento Estudiantil conformada por estudiantes de universidades y preparatorias. Durante el verano de ese año, el CNH coordinó manifestaciones, marchas y protestas contra la represión del gobierno y exigían libertades democráticas.

Semanas más tarde, el 27 de agosto de 1968 y tras varias manifestaciones, represiones y violaciones a la libertad de expresión de los estudiantes, el CNH entregó un pliego petitorio con seis puntos a Luis Echeverría Álvarez, quien entonces era secretario de gobernación, como uno más de los intentos por ser escuchados por el presidente. 

El pliego exigía, primero la liberación de los presos políticos; la derogación del artículo 145 del Código Penal, que tipificaba como delito la “disolución social” y permitía al gobierno criminalizar cualquier forma de protesta; la desaparición del cuerpo de granaderos, que era la unidad que reprimía las protestas; destitución de jefes policiales responsables de la represión; indemnización a las familias de heridos y muertos por la represión (antes del 02 de octubre), y la ampliación y respeto a las libertades civiles y políticas en México.  

Pese a los esfuerzos de los estudiantes por hacerse escuchar y luego de varios ataques previos contra jóvenes y líderes del CNH, el 02 de octubre, convocaron a una manifestación pacífica en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, donde cientos de jóvenes se reunirían para manifestarse contra la situación de opresión que vivía el país; sin embargo, ese día pintó de rojo la historia del país.

02 de octubre, el día que llenó de sangre la historia nacional

El 02 de octubre es calificado como una de las tragedias más grandes en la historia moderna de México, pues mientras cientos de estudiantes se encontraban en la explanada de la Plaza de las Tres Culturas, cerca de las 6:00 de la tarde, fuerzas de seguridad, entre ellos el Batallón Olimpia, que era un grupo paramilitar que vestían de civiles con un guante blanco, apoyados por francotiradores, rodearon la plaza y abrieron fuego.

A pesar de que el gobierno, encabezado por Díaz Ordaz, intentó minimizar el número de víctimas, diversas fuentes estiman que entre 200 y 300 personas murieron ese día, aunque algunos activistas aseguran que la cifra real podría ser mucho mayor. Además, cientos de personas fueron detenidas, muchas de ellas desaparecidas, mientras que otros miles quedaron heridos.

Ante los hechos, Díaz Ordaz asumió la responsabilidad, mostrándose inflexible y justificó los hechos diciendo que era necesario para mantener el “orden” nacional, en especial, previo a los Juegos Olímpicos. En su quinto informe de gobierno, pronunciado el 01 de septiembre de 1969 aseguró “he asumido íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica de los hechos del año pasado”. 

A 56 años de la matanza de estudiantes en Tlatelolco

Sin embargo, las violaciones cometidas por Gustavo Díaz Ordaz no pasaron desapercibidas ante el mundo, pues la ONU condenó los actos brutales y aumentaron su presión sobre el régimen de Díaz; estudiantes en el mundo protestaron por lo ocurrido en México;  medios como The Guardian o The New York Times cubrieron la masacre, denunciando el nivel de violencia e incluyendo testimonios, y varios atletas internacionales que participaron en la justa se pronunciaron en contra de los hechos y mostraron su apoyo a los estudiantes mexicanos. 

La matanza de Tlatelolco fue un punto de inflexión en la historia política de México, pues aunque el gobierno intentó encubrir los hechos, la violencia y el autoritarismo del régimen fueron evidentes para todos, y en las décadas posteriores, el movimiento estudiantil y su trágico final se convirtieron en un símbolo de la lucha por los derechos civiles y las libertades democráticas en México, consolidando la frase “02 de octubre, no se olvida”. 

La enseñanza del movimiento estudiantil del 68 sigue siendo fundamental y a 56 años, el legado de los estudiantes de Tlatelolco continúa inspirando las demandas de justicia, democracia y respeto a los derechos humanos, y hoy, como en ese entonces, los estudiantes siguen alzando la voz contra injusticias y convirtiéndose en protagonistas de importantes movimientos sociales. 

Como ejemplo de ello, están las recientes protestas contra la reforma judicial, en donde cientos de jóvenes se unieron para exigir a diputados y senadores no dar luz verde a las modificaciones al Poder Judicial, propuestas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, pese a los esfuerzos de la juventud, organizaciones y sociedad e ignorando recomendaciones nacionales e internacionales sobre el peligro que puede representar para México un cambio al poder judicial, el poder legislativo aprobó las reformas. 

A 56 años de la matanza de Tlatelolco donde miles de jóvenes perdieron la vida por ejercer un derecho humano ¿crees que las autoridades respetan plenamente el derecho a manifestarse de la sociedad?

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