El problema de la política va más allá de elegir a los representantes de gobierno.
Sin embargo, el propósito aquí es esbozar una perspectiva basada en la teoría de sistemas de cómo puede entenderse el sistema político mexicano para encontrar qué aspectos son corregibles en su funcionamiento en términos de las variables que lo componen y atendiendo a los valores de la legitimidad y de la soberanía nacional. Desde este punto de vista se asume entonces que una parte fundamental del problema con el sistema político mexicano se esconde principalmente tras su diseño.
Con el ánimo de entender el por qué tratar de explicarlo de este modo está en lo siguiente. En grupos de estudios de amplia diversidad y cuyo propósito no es la modelación de sistemas, es frecuente hacer ejercicios por jerarquizar los argumentos que llevan a la solución de un problema, identificar su causa raíz o verificar cuál de las variables involucradas impacta más en los resultados. Cabe notarse que en realidad lo que se hace es recurrir a razonamientos subsecuentes para encontrar los elementos que implican, contienen o desarrollan al conjunto de variables que integran un proceso o fenómeno determinado; y en esta misma dinámica, dicho de otra manera, conocer cuál es la variable o el conjunto de variables independientes que dan lugar a un problema o a varios de ellos y cómo estos se relacionan a manera de un sistema y, por consiguiente, saber cuáles son los procesos que configuran dicho sistema.
Como se ha dicho ya, el problema de la política va más allá de elegir a los representantes de gobierno; se da preponderantemente ante la falta de conocimiento sobre cómo está configurado el sistema responsable del orden social el cual ejerce el poder público y en esta labor compromete los valores supremos que importan y trascienden imprescriptiblemente en la sociedad. Es, en este orden de ideas, el Sistema Político la compleja unión de entidades que, bajo ciertos criterios jurídicos que lo regulan y que, con el uso de los órganos del poder soberano, determina el destino de los pueblos.
Es posible probar incluso de manera intuitiva que hasta en el uso del lenguaje realizamos un ejercicio de este tipo de abstracción sin ser, de facto, conscientes de ello. Aunque no todo en los problemas de diseño se simplifica en deducir las relaciones que existen entre los elementos o variables que componen a un conjunto de procesos o, mejor dicho, que originan a un sistema. Hay una serie de etapas posteriores de carácter descriptivo que requieren de mayor rigor matemático y que parten de varios ensayos tendientes a construir nuevas definiciones en términos de las variables del sistema. Surge en este momento una cuestión fundamental en la estrategia de esta investigación, misma que se buscará resolver a través de los argumentos discutidos: ¿Será posible crear una solución desde el enfoque del diseño de procesos para resolver estos vicios que hoy en día afectan al sistema político? ¿Será esta la calve para, habiendo construido un modelo riguroso que contemple las variables endógenas y exógenas que lo afectan, sea posible reorientar la aplicación del poder político a sus valores?
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